Publicada

Este 2024 ha sido el año en el que los agricultores de todos los puntos de España en general y de Castilla y León en particular han dicho basta. Lo han hecho con razón y en busca de que las administraciones atiendan a unas reivindicaciones lógicas, para evitar la ruina en el sector.

El campo ha alzado la voz y se ha manifestado estos meses en pie de lucha “por necesidad” ante unos “precios ruinosos” unos “costes disparados” y “unas políticas alejadas de la sociedad”.

Competimos con productos importados que no cumplen nuestras mismas exigencias sanitarias, sociales y medioambientales. Queremos igualdad de condiciones en un sector en el que se da el abandono rural y sin relevo generacional”, aseguraba, a través de sus redes sociales, Antonio Torres Blanco.

Él es un agricultor vallisoletano, de solo 39 años, que suma once como agricultor tras coger el relevo de su padre y comenzar a gestionar las explotaciones con las que cuenta, tanto en Renedo como en Villarmentero de Esgueva, dos localidades de la provincia pucelana.