Era junio del 2022. Hortensia dos Santos, más conocida como ‘Romy’. Anunciaba que tras diez años al frente del Café Fado La Portuguesa, ubicado en la calle de La Estación de la ciudad del Pisuerga, junto a La Ferroviaria, cerraba su establecimiento hostelero para jubilarse con 67 años.

“Quiero agradecer a la ciudad, y a toda España, los diez años que he estado en mi negocio. Para mí ha sido un éxito personal poder luchar y estar a la altura”, aseguraba ‘Romy’ para confesar su gratitud a “todas las personas que le habían ayudado” para llegar a ser uno de los lugares más conocidos de Valladolid.

Tras dos lustros de actividad, la hostelera bajaba la persiana por jubilación. Aseguraba estar “cansada” y con un “gran agotamiento físico y mental”. Apuntaba que se le “habían acabado las pilas”.

“Se trata de una despedida agridulce. Me da mucha pena por un lado y, por otro, me alegro de poder disfrutar de mi vida con salud. Seguiremos viéndonos por Valladolid”, afirmaba a través de un vídeo de despedida que colgaba en sus redes sociales.

El nuevo gastrobar de Romy

Poco ha tardado ‘Romy’ en echar de menos el duro trabajo de la hostelería en el que sumaba 28 años en la ciudad del Pisuerga. Nuestra protagonista ha vuelto y habla con EL ESPAÑOL de Castilla y León de ello.

“Llevo apenas 30 días en el nuevo Gastrobar Amanecer La Portuguesa que he abierto el pasado 27 de enero en un local que tiene más de 45 años de historia y que está situado en la carretera de Rueda Número 35”, asegura nuestra entrevistada.

‘Romy’ se muestra “contenta e ilusionada”. Con muchas ganas de hacer las cosas bien y de dar un servicio impecable, como siempre, y como ha hecho a lo largo de todos los años que ha formado parte de la historia hostelera de la ciudad.

“He vuelto porque echaba de menos la cocina. También a los clientes y a algún que otro amigo con el que pierdes el contacto cuando cierras. El volver, después de jubilarme, son muchas emociones juntas”, confiesa nuestra protagonista.

Interior del gastrobar Fotografía cedida a EL ESPAÑOL

Ahora, con 68 años y después de que hace casi dos años colgara el mandil, la portuguesa vuelve a la carga para ser el mejor lugar en el que tomar una caña, un vino o el mejor refresco, todo acompañado de tapas que quitan el sentido.

‘Romy’ vuelve a la carga para volver a enamorar con su encanto hostelero y su baccalao a la ciudad de Valladolid.

 

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