El recuerdo de Concha Velasco sigue patente, cuando ya ha pasado más de un mes desde su fallecimiento. Y así parece que seguirá siendo para el resto de la historia, pues lo cierto es que la icónica artista hace décadas que empezó a ser considerada todo un referente de la cultura española.
Toda España ha llorado su muerte. Sin embargo, sí es cierto que el dolor y la tristeza que ha generado su pérdida se ha palpado y se sigue palpando en gran medida en Valladolid, su tierra natal, donde siempre ha sido muy querida y considerada una de las mejores embajadoras de la ciudad, así como una de sus figuras más ilustres.
Son varios los lazos que unen a la flamante actriz y cantante con la denominada Ciudad del Pisuerga, más allá de ser el lugar donde nació. El padre de Concha Velasco, zamorano de nacimiento, trabajó como militar en los cuarteles de Farnesio; un tío suyo, también militar, pasó a la historia por su facilidad de volar con una avioneta por debajo del Puente Colgante; y su familia materna realizó múltiples e importantes construcciones en la ciudad, como el barrio de Las Delicias, anteriormente llamado barrio Varona.
Además, guardaba una muy buena relación con diferentes personalidades vallisoletanas como Óscar Puente, Javier León de la Riva, Tomás Rodríguez Bolaños o incluso Francisco Martínez, el dueño del mítico restaurante La Criolla.
Asimismo, la 'chica ye-yé' siempre ha mostrado una cierta predilección por el Teatro Calderón, tiene una calle con su nombre en el centro de la ciudad y, por si esto fuera poco, también en su tierra natal ha recibido algunos de los premios y reconocimientos más importantes de su carrera, como la Espiga de Honor de la Seminci en 2013, la Medalla de Oro de la Ciudad en 2018 o el Max de Honor 2019.
Pero esto no es todo. La 'muchachita' de Valladolid también guarda otro vínculo con la ciudad, que, curiosamente, es desconocido por una buena parte de la sociedad, incluida la vallisoletana. Y es que, su abuelo materno era nada más y nada menos que Jesús Varona, un poeta e ingeniero agrónomo palentino, que se convirtió en un personaje destacado de la ciudad por ser él quien compuso la letra del 'Himno a Valladolid' en 1935, por encargo de la Diputación provincial.
La música fue obra de Juan Liébanas, siendo Ernesto Monsalve y José Delfín Val, quienes se encargaron de resucitarlo, editándolo en 2013. Así, el 22 de noviembre del citado año fue presentado en el Teatro Zorrilla de Valladolid por la Joven Orquesta Sinfónica de Valladolid (Josva), dirigida por Monsalve, y ante la presencia de la actriz Concha Velasco como madrina del acto. Además, la gala, organizada con motivo del décimo aniversario de la Josva, coincidió con el 50 aniversario de la muerte de Jesús Varona.
Con él ya había protagonizado un momento épico que en su día fue muy comentado. Y es que, cuando a finales de los 50 la pucelana triunfó con 'Las chicas de la Cruz Roja', Valladolid le hizo un reconocimiento en el que su abuelo le dio una sorpresa, pese a que no le gustaba nada que fuese artista.
Sin duda, un lazo muy especial que probablemente también contribuyó al gran sentimiento y orgullo que la eterna Concha Velasco siempre mostró por su querida y admirada ciudad.