La polémica ley del 'solo sí es sí' ha vuelto a rebajar la pena de un agresor sexual en Castilla y León. Esta vez se trata de un hombre, conocido como el 'violador de la capucha', condenado en 2009 a 18 años de prisión tras abusar sexualmente de seis mujeres, al que se le ha rebajado hasta los 15 tras revisar su sentencia. Por ello, saldrá de la cárcel en 2024, en vez de 2027 por la reforma del Código Penal promovida por el Ministerio de Igualdad.

Los hechos se remontan al citado año, cuando el encausado agredió sexualmente a seis mujeres en la capital vallisoletana. La primera de ellas ocurrió en febrero, cuando el varón abordó a la víctima y la amenazó poniéndola la navaja en el cuello. Seguidamente, la obligó a entrar al portal, donde la obligó a desnudarse, mientras se masturbaba y la tocaba los pechos.

Dos meses después, en abril de 2009, los días 11 y 12, llevó el mismo modus operandi con otras dos víctimas, a las que abordó con una navaja y las obligó a nuevamente a desnudarse. En este caso, si logró penetrar a las víctimas, vaginalmente y analmente respectivamente, además de acabar eyaculando dentro de las mismas. Las dos mujeres presentaron secuelas físicas y psicológicas.

El día 26 de ese mismo mes, abordó a otra víctima, a la que tras abordarla con una navaja no logró efectuar su acometido, puesto que esta le manifestó que se encontraba con la menstruación, por lo que el condenado abandonó el lugar. En este caso, la mujer sufrió heridas lacerantes en la zona cervical anterior no punzantes.

En el quinto de los casos el condenado cargó contra la víctima, también con una navaja. En este caso, la mujer logró zafarse y escaparse hasta un portal, cerrando la puerta. En ese momento, el condenado escapó del lugar, aunque la víctima presentó diversas lesiones por las que tuvo que recibir asistencia médica.

La sexta víctima también fue abordada por el condenado con una navaja, que le colocó en el cuello. Sin embargo, la mujer le propinó un mordisco en un dedo, logrando escapar del lugar.

Por todo ello, fue condenado en su día por diversos delitos de agresión sexual, con y sin penetración, a 18 años de prisión, además de diversas indemnizaciones y a hacerse cargo de las costas procesales. También se le impuso una orden de alejamiento de las víctimas durante 28 años.

Sin embargo, la Audiencia Provincial de Valladolid, tras revisar los hechos en virtud de aplicar la reforma de la ley, ha estimado que el acusado pasa a estar condenado a 15 años de cárcel.