El Consejo Interterritorial de Salud daba luz verde a eliminar la obligatoriedad del uso de la mascarilla al aire libre la pasada semana. Este miércoles, 9 de febrero, el BOE publicaba la nueva norma que ha entrado en vigor este jueves. Hemos podido ver, de nuevo, rostros sin mascarillas por las calles de las diversas ciudades de la geografía española.

La Consejería de Educación enviaba un correo a todos los centros docentes de Castilla y León para informarles de que a partir del viernes, 11 de febrero, no es obligatorio el uso de las mascarillas en los patios de los colegios e institutos de la Comunidad. 

Una decisión que toma la Junta de Castilla y León después de que el Ministerio de Sanidad aportara la documentación que las Consejerías de Sanidad y Educación le habían solicitado.

Pero, ¿Cómo ha afectado el uso de la mascarilla al habla de los más pequeños durante estos casi dos años de pandemia COVID-19? ¿Cómo puede repercutir en el futuro a estos? ¿Cómo se puede remediar este problema? Charlamos con Patricia Murciego y con Paula Giménez Barriga, logopedas en el Centro de Rehabilitación Ciron, que nos contestan a estas preguntas.

El efecto de la mascarilla

“Hemos observado que el uso de la mascarilla ha provocado dificultades a nivel lingüístico. Existen retrasos debidos a que la estimulación que reciben del entorno, los pequeños de menos de cinco años, no es la misma”, asegura Patricia Murciego Rubio.

Un hecho que se ha comenzado a notar, como nos cuenta Paula Giménez Barriga, que trabaja con Patricia en el Centro CIRON de rehabilitación, en “los últimos meses” y “no justo después del confinamiento” aunque añade que “sí que había niños con problemas sociales, sobre todo los más pequeños” que no se podían “relacionar con iguales en los parques” y que han tenido que acudir a la consulta para solucionar estas dificultades.

Son problemas que no solo se dan en los niños. Tenemos muchos pacientes con problemas neurológicos que necesitan una rehabilitación logopédica porque han perdido su capacidad para hablar y tienen más dificultades porque en casa no observan los labios de las personas como en el entorno y tienen más problemas”, añade Murciego.

Estas dos logopedas apuntan además, siendo cautas, que “se han apreciado retrasos en el lenguaje” entre los más pequeños, de cero a tres años, pero afirman que “habría que hacer un estudio científico para saber si es debido al uso de la mascarilla, únicamente”, o también influye el hecho de “tener una relación menor con el entorno” o porque “los padres pasan menos tiempo con sus hijos” y eso repercute también en los primeros momentos de vida y a la hora de aprender a hablar.

Perfil y patologías

“El lenguaje se aprende por la interacción con otras personas. La mascarilla, el confinamiento… todo influye”, nos cuentan estas dos logopedas que aseguran que sí que han visto crecer el número de consultas a las que tienen que atender, en los últimos meses debido a estos problemas relacionados con el lenguaje.

“Nosotras intentamos transmitir a los padres que estas dificultades lingüísticas hay que trabajarlas y haciéndolo se puede conseguir que el niño mejore mucho. Lo que hay que hacer es estimular tanto en el entorno rehabilitador desde el área de logopedia y también en casa ya que el trabajo del lenguaje ha de estar presente en todos los espacios”, asegura Patricia.

El niño que llega para ser tratado, su perfil, es muy variado. Hay unos que presentan problemas porque no han tenido contacto con el entorno, otros que no han recibido la estimulación suficiente y otros que presentan dificultades en aprendizaje y a los que les cuesta aprender el lenguaje sin un apoyo visual.

“El lenguaje es muy importante en nuestra forma de entender el mundo y de relacionarnos con él. Es el primer paso para la lectoescritura. Si no sé hablar bien, no voy a saber afrontarla. Todo el aprendizaje que hacemos en el colegio nos da autonomía para ser adultos”, señala Paula.

Además, estas dos logopedas señalan que dentro de las sesiones “no pueden quitarse las mascarillas” porque Sanidad “les exige llevar un EPI” por lo que “tienen que cumplir la normativa” y se “tienen que reinventar grabando vídeos, buscando imágenes…” para “poder trabajar con ellos” y “conseguir buenos resultados” con ese ingenio.

Terapias

El apoyo y la asistencia es esencial para evitar estos problemas que en la conducta del lenguaje ha generado, en los últimos dos años, el uso de la mascarilla, el aislamiento social y todo lo negativo, en lo que a las relaciones se refiere, que nos ha traído la pandemia.

Hay distintas técnicas de rehabilitación. Lo primero que hay que hacer es una muy buena evaluación inicial en niños, pero también en adultos para ver dónde están las dificultades y crear tratamientos específicos”, afirman las logopedas.

Esta primera toma de contacto es “muy importante” porque “cada persona tiene unas necesidades de lenguaje distintas” y utilizan “un test o un screening” que evalúa y da las normas a seguir en función del paciente para “plantear los objetivos”.

“Las dificultades en el lenguaje, no vienen solo provocadas por la utilización de la mascarilla. Influye también la reducción de las interacciones sociales, la falta de estimulación por parte de la familia y el colegio que muchas veces intentan solventarlas pero no lo consiguen. Nosotros tenemos la llave para que recupere estas dificultades que presenta en el lenguaje lo antes posible”, finalizan.

Mascarilla y otros factores que nos lastran, sobre todo en las edades más tempranas, para hacer un buen uso de la lengua y del lenguaje.