Toreó a las órdenes de Manolo Sánchez dieciséis temporadas. Hizo el paseíllo en Valladolid en más de cuarenta tardes y cincuenta en Las Ventas.

Los inicios

Félix Navas fue un subalterno valllisoletano que hizo sus pinitos de novillero allá por 1987, hasta que en 1992 se pasa a la plata donde ha ejercido durante más de cinco lustros, la mayoría con Manolo Sánchez. Con Félix habíamos quedado en la plaza de toros aprovechando un reportaje que le hicimos a su hijo Mario para Grana y Oro. Aceptó encantado, aunque su humildad afloró de inmediato: “Crees que merezco un reportaje”, me dijo un Félix rotundo, pero con la sencillez que le caracteriza.

Buen conversador, claro y conciso en las respuestas que hacía frente a las cámaras. “Debuté con Manolo Sánchez es Íscar toreando mi primera novillada con picadores, -nos comenta Félix- a partir de esa fecha empieza mi relación profesional con Manolo, aunque no me coloco en su cuadrilla hasta la temporada 95. Durante esas dos temporadas vivo con él en Chiclana y sigo toreando con varios novilleros entre ellos Andes Sánchez con el que toreo mi primera corrida de toros el día de su alternativa en Salamanca; sigo colocado con Andrés toda la temporada del 94 y esa misma temporada toreo con Manolo en Almería y en Valladolid el mano a mano con Espartaco.

Ha toreado con todos los diestros vallisoletanos

“La temporada del 95 es la que empiezo colocado con Manolo hasta el 2011 que es cuando torea su penúltima corrida de toros. Cómo anécdota, puedo presumir de haber toreado a las órdenes de todos los matadores de toros de Valladolid, empezando por Roberto Domínguez con el que tuve la ocasión de torear el festival homenaje a su tío Fernando, Jorge Manrique, David Luguillano, Rodolfo Pascual, Leandro, Joselillo, Roberto Carlos, Mario Campillo y todos los novilleros con y sin caballos que han salido de Valladolid”.

Con Higares y Urueña

“Desde la retirada de Manolo en la temporada de 2011 seguí toreando con varios novilleros y matadores, entre ellos Oscar Higares y Paco Ureña con el que toreé en Vera (Almería) mi última corrida de toros. Fue en septiembre de 2013”.

En Ronda con Toñete llega la grave lesión

En la temporada de 2015 toreando con Toñete en Ronda sufro una cogida que me produce la fractura del codo izquierdo, y una secuela en el nervio cubital que, después de ocho meses de baja y rehabilitación, el tribunal médico me declara incapacitado para la profesión.

Empresario de la construcción

“A parte del toro hice mis pinitos como empresario de la construcción durante los años 2003 hasta el 2011, la crisis acabo con la aventura”, nos dice Félix un tanto contrariado, pero resignado. Sin duda, el buen subalterno pucelano aprovechó bien el tiempo para un futuro.

Valladolid y Madrid donde más ha toreado

Con el coso de Paseo de Zorrilla tan cerca, Félix tiró de orgullo profesional y humano recordando los momentos más interesantes de sus más de cuarenta paseíllos en la plaza de su ciudad natal y los cincuenta que hizo en Las Ventas:

“Valladolid y Madrid han sido las plazas donde más he toreado, a parte de que he tenido la suerte de torear en todas las ferias de España y Francia yendo de uno y dos en la cuadrilla. Pero sobre todo he vivido la grandeza de este mundo, eso que ahora se hecha tanto de menos”.

La dinastía torera continúa

La dinastía continúa y nuestro protagonista cuida la carrera de su hijo Mario, alumno aventajado de la escuela salmantina, junto a su otro hijo que ejerce de mozo de espadas. “Actualmente vivo relacionado con el mundo del toro, -nos comenta Félix- y asesoro a mi hijo Mario en su carrera de novillero. Este motivo me ha devuelto la ilusión que había perdido”.

Que te ha dado el toro, le preguntamos a nuestro protagonista en la despedida.

“Pues el toro realmente me ha dado la vida”—03´05”: “Hasta que naciera mil veces”??????

Suerte para esta familia torera, sobre todo a Mario que apunta buenas maneras. Y gracias a Félix Navas por prestarse a la entrevista. Un subalterno de lujo que, desde abajo y bien jovencito, supo aprender a llevar la vida con dignidad torera desde ese puesto ingrato y oscuro que es el de subalterno.