¡Creo que mide 3 metros!, “No, no, pero es muy grande”, “Enorme”. Esta era la conversación de dos niñas ante la presencia de Fernando Romay, histórico del baloncesto español antes para sus padres como jugador de baloncesto y ahora para los niños como uno de los embajadores del deporte de la pelota naranja. Y estas niñas, no eran las únicas sorprendidas, aunque las conversaciones con los padres de los más pequeños les avisaban “que iba a venir alguien muy grande”, las caras de sorpresa de los más pequeños eran numerosas. Sin embargo, de un momento a otro la cara de sorpresa se convertía en una sonrisa, porque en este tipo de competiciones aunque los campeones opten a jugar una competición nacional, predomina el buen ambiente en el que se intenta formar a los niños, como lo diría el propio Romay, en “los colegios son los lugares desde dónde empieza todo”, y el todo de esta competición comenzaría a las 9:00 de la mañana.

En el momento en el que entrabas al pabellón a esa hora veías un clásico calentamiento en las seis canchas como si fuera un partido normal, pero no lo es. Hoy empezaba la SuperLiga FEB-Día, una competición de cinco meses que se organizará en seis sedes de toda España. Una competición que en el primer día ha reunido a casi 400 niños y niñas  que han disfrutado de una competición dónde los valores son dominantes, competición que está dentro de un deporte que aunque durante los partidos haya mucha intensidad, en el momento en el que se acaban hay un protocolo en el que los jugadores de ambos equipos se han dan la mano. Tras dos partidos de cada uno de los equipos en el día de hoy empezará la competición en una primera fase el cinco de marzo que llevará a los vencedores a la final regional en mayo, y posteriormente a la final nacional el 17 de junio.

La presentación corrió de manos del propio  Fernando Romay y diferentes cargos institucionales como Óscar Puente, alcalde de Valladolid y Alberto Bustos, concejal de Participación Ciudadana, Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Valladolid. Puente quiso dar las gracias a todos los presentes por hacer de Valladolid “una ciudad de baloncesto, por ser una de las pocas sedes elegidas del territorio nacional. En declaraciones posteriores Alberto Bustos quiso remarcar a Valladolid como “referente del deporte popular”, intentando explicar que esa es la filosofía de este equipo de gobierno, “que haya deporte accesible y gratuito para todos”, agradeciendo también “el ambiente espectacular” del pabellón.

Con Fernando Romay manejando los ritmos de la presentación se convirtió en una ronda de aplausos, desde los niños por su entusiasmo en el juego, como los padres, árbitros y entrenadores por hacerlo posible con su esfuerzo. Empieza el juego, la semana que viene, más y mejor.