Comunicadora, jurista, analista política, activista, feminista y salmantina. Estas son las palabras que mejor definen a Sarah Santaolalla, una joven de 26 años muy directa, que se ha visto en el centro de la polémica en numerosas ocasiones por sus controvertidas declaraciones tanto en redes sociales como en televisión. Pocos jóvenes generan tanto debate como ella.
Conocida por su fuerte carácter, por no tener pelos en la lengua y por su ideología izquierdista, tiene tantos adeptos como detractores. Muchos la critican por sus ideales y su tono combativo. Sin embargo, otros tantos la alaban por su firme defensa del feminismo, la igualdad social y las políticas progresistas, así como por sus constantes críticas a los discursos y prácticas de la derecha.
Es carne de cañón y un auténtico animal televisivo que muchos programas no han querido dejar escapar. Tanto es así, que ha llegado a convertirse en un rostro recurrente en algunos de los espacios televisivos más vistos de la pequeña pantalla.
Sarah Santaolalla en una imagen de redes sociales
Desde bien joven ya mostró un interés inusual en personas de su edad por los temas sociales y políticos, lo que le llevó a estudiar, según ha confesado ella misma, los grados de Comunicación Audiovisual y Derecho.
Fue poco el tiempo que pasó hasta que consiguió dar el salto al debate público, habiendo pasado por programas como En boca de todos (Cuatro), Mañaneros (RTVE), Todo es mentira (Cuatro), Malas lenguas (RTVE) y Espejo Público (Antena 3) en calidad de tertuliana especialista en política, feminismo y actualidad nacional.
Pero la cosa no queda ahí. La salmantina ha compaginado su carrera como comunicadora con la política y el activismo social. Tanto es así, que fue la presidenta de la asociación Jóvenes Vecinos de Salamanca e incluso en 2023 llegó a figurar en las listas municipales del PSOE para el Ayuntamiento de su ciudad natal, pese a que nunca ha ocupado ningún cargo orgánico dentro del partido.
A nivel personal, se la relaciona con el periodista y presentador valenciano, Javier Ruiz (52), también muy habitual en radio y televisión, donde trabaja al frente de programas como Mañaneros 360 de La 1 y la sección Hora 25 de los negocios de la Cadena SER, entre otros.
"Hay que ser muy idiota"
Son muchas las polémicas que han situado a Santaolalla en el centro del huracán mediático. La última ha sido hace apenas unos días, cuando la salmantina atacó al Partido Popular a través de un mensaje relacionado con sus votantes: "Hay que ser muy idiota o tener muy poca información para seguir creyéndote al Partido Popular y a Vox", dijo en una conexión en directo para Mañaneros.
Unas declaraciones que no han pasado inadvertidas para los espectadores, ni tampoco para los propios miembros del PP. "Sócrates escuchando atentamente la disertación de Platón. El nivel", reaccionó la portavoz del Partido Popular en el Congreso, Ester Muñoz.
Por su parte, el PP ha solicitado, a través de más de una decena de preguntas parlamentarias, conocer, entre otros asuntos, cuánto ha cobrado la analista 2025 por sus intervenciones en TVE, al tiempo que ha exigido a la cadena pública, mediante un comunicado oficial difundido en redes sociales, que "prescinda" de la tertuliana tras sus palabras sobre los votantes del partido.
Esto, al considerar "incompatible" que una colaboradora que percibe dinero público "insulte a millones de ciudadanos". Además, desde la formación han denunciado que el presentador del formato no exigiera una rectificación inmediata a la salmantina.
Si bien, Santaolalla ha tratado de defenderse afirmando que "jamás he insultado o insinuado que los ciudadanos sean inútiles, idiotas o cualquier otro tipo de palabra". Además, ha pedido a los populares que "no acosen a la prensa independiente ni manipulen mis palabras".
"Tengo más respeto por la ciudadanía que algunos partidos que aspiran a gobernarla", ha apuntado en una publicación de X.
Carne de polémica
Por otro lado, recientemente, la colaboradora televisiva también alzó la voz en defensa de los políticos y periodistas de izquierdas que, según ella, han sufrido "acoso y ataques" durante sus vacaciones estivales.
"Sabemos dónde está María Jesús Montero veraneando, pero no tenemos fotos de dónde estaba la señora Ayuso. Sabemos dónde está Pedro Sánchez, se han publicado fotos de sus hijas, de su suegra, de la mujer, en una casa privada, pero no tenemos fotos de la mujer de Feijóo ni de Feijóo, ¿por qué tenemos que soportar esto los progresistas de este país?", expresó.
Sarah Santaolalla.
Del mismo modo, Sarah ha sido muy criticada por llamar "basura fascista" a la exdiputada de Vox, Macarena Olona.
El enfrentamiento entre ambas, considerado uno de los momentos más virales de la carrera mediática de la salmantina, surgió durante un debate en el programa En boca de todos y a raíz de que la exdiputada cuestionase la formación profesional de la contraria refiriéndose, además, a aspectos de su vida más personal relacionados con "cuestiones afectivas".
La salmantina también ha sido denunciada por Dani Estévez, propietario de la plataforma antiokupación Desokupa, según la propia tertuliana, para intentar que modere sus declaraciones sobre la organización. "Solo quiere sacar pasta", llegó a afirmar.
"Yo simplemente he definido su ideología, he hablado en varias ocasiones de lo que hay detrás y su única estrategia es denunciar y blanquear su imagen", expresó.
A todas estas controversias se suma, además, la viralización de antiguos tuits de Sarah, en los que utilizó expresiones contrarias a su discurso feminista y que fueron muy criticadas por un gran número de usuarios.
En ellos se podían leer frases como "dile a todas esas que te follas que me dijiste 'te quiero' sin tener que comerte la polla" o "esta mañana vi a la pelo polla". Y como estas polémicas, muchas más.
Acoso y amenazas
Sus controvertidas apariciones televisivas también le han llevado a denunciar públicamente y en multitud de ocasiones situaciones de acoso, ataques e incluso amenazas de muerte recibidas a través de las redes sociales.
En noviembre de 2024, Sarah recurrió a su cuenta de X para compartir con sus seguidores un "ataque" por parte de "un neonazi enmascarado" a través de un vídeo difundido por el mismo canal.
"Un neonazi enmascarado se graba un vídeo de más de dos minutos atacándome. Aparece recortado porque me niego a hacerle propaganda. Con esto, sus seguidores han aprovechando para insultarme y amenazarme. Mis opiniones son a cara descubierta, vuestro fascismo no", comentó.
Semanas antes Santaolalla también denunció acoso y amenazas de muerte y hasta de violación, además de graves insultos en redes sociales "a diario". Entonces, puso como ejemplo comentarios del tipo de: "Te violaba si no fueses una feminazi" o "muérete en el exilio".
En otra ocasión más reciente, la activista reconoció en el programa En boca de todos haber sido amenazada tras la filtración de sus datos personales junto a los de políticos y periodistas españoles por parte de un hacker que se presenta como un 'Robin Hood' contra los casos de corrupción. Una inciativa que, según la analista política, nació en canales de Telegram de apoyo a Alvise Pérez.
"Mi teléfono arde con llamadas y mensajes y no hay derecho", denunció, desvelando, además, que en una de esas llamadas le dijeron: "¡Vamos a por ti, pedazo de zorra!".
Todo ello y mucho más es lo que han convertido a Sarah Santaolalla en un personaje muy polémico, pero también muy influyente en el panorama nacional. Una joven transparente como el agua, que defiende a ultranza sus ideas por encima de cualquier cosa y sin miedo a posibles represalias.
