No todos los días se encuentra uno 500 euros en la ranura de un cajero. Y mucho menos, no todos los días quien lo encuentra decide entregarlo a la Policía.
Es lo que ocurrió esta semana en Salamanca, cuando un vecino se topó con los billetes preparados para salir de la máquina, sin nadie alrededor.
Lejos de guardárselo, el ciudadano llamó a la comisaría y explicó lo sucedido. Una patrulla acudió al cajero, recogió el dinero y agradeció al vecino su gesto en una acción que habla por sí sola.
El dinero quedó depositado en dependencias policiales mientras se investigaba a quién pertenecía.
Las gestiones con la entidad bancaria dieron pronto con el propietario. Se trataba de un cliente que, unas horas antes, había solicitado un reintegro de esa cantidad.
El cajero no entregó los billetes en el momento, por lo que tras unos minutos de espera se marchó, convencido de que el sistema había fallado.
Gracias a la intervención del ciudadano y la rápida coordinación entre Policía y banco, los 500 euros volvieron a manos de su legítimo dueño.
La Policía Nacional ha querido aprovechar este caso para recordar a los usuarios que, si un cajero no entrega la cantidad solicitada, lo más recomendable es avisar de inmediato a la entidad bancaria y, si es necesario, a los agentes, ya que puede tratarse tanto de un fallo técnico como de un intento de manipulación fraudulenta
