Villarino de los Aires volvió a vestirse de tradición y fervor este 16 de agosto para honrar a su patrón, San Roque. Tras la misa concelebrada en la iglesia de Santa María la Mayor, la imagen del santo salió en procesión por las calles del municipio, engalanadas para la ocasión con mantones, flores y hierbas aromáticas.
El recorrido estuvo marcado por el aroma de la hierbabuena, el romero y la senserina, con los que estaba adornada la talla. Portada a hombros por los vecinos, la imagen fue acompañada por autoridades, mayordomos -ante la ausencia, los vecinos se volcaron con el Patrón, la corte de honor y la música tradicional de gaita y tamboril.
La procesión, en la que participaron decenas de personas, se convirtió en un acto colectivo en el que devoción y cultura popular volvieron a darse la mano.
Uno de los momentos más emotivos tuvo lugar a la llegada a la Plaza Mayor, donde grupos de charras, junto a otros vecinos, interpretaron bailes típicos en honor al patrón, recordando la estrecha unión entre lo religioso y lo festivo en esta cita.
Al finalizar, los asistentes pudieron disfrutar del tradicional convite, con perrunillas, aceitunas, chochos y sangría, que puso el broche a la jornada.
La procesión de San Roque en Villarino de los Aires no es solo una celebración religiosa: es también un ejercicio de memoria y de identidad. Como ya ha señalado en varias ocasiones el periodista local Luis Falcón, esta fiesta es un espacio en el que se funden lo ancestral y lo contemporáneo, y donde la comunidad reafirma, año tras año, el valor de sus raíces.