Publicada
Actualizada

Guijuelo volvió a latir al unísono este jueves 14 de agosto. Pasadas las 18:00 horas, la Plaza Mayor se convirtió en un hervidero de camisetas de peñas, confeti y música.

Alrededor de 5.500 personas abarrotaban cada rincón, desde el escenario hasta los balcones, para presenciar el momento que todos esperaban: el chupinazo que abre oficialmente las fiestas patronales.

El encargado de lanzar el cohete fue el alcalde, Roberto Martín, recibido entre aplausos, vítores y el calor de un pueblo que le reconoció con gritos y muestras de afecto.

No hizo falta mencionar su nombre para que la ovación se hiciera sentir. Bastó con verle subir al escenario, levantar la mano y, segundos después, encender la mecha que hizo estallar la alegría en forma de ruido, color y espuma.

Peñas y espuma para teñir de fiesta el centro de Guijuelo

Las peñas fueron, como siempre, el alma del momento. Camisetas de colores y pancartas encendieron el ambiente, sumando ritmo a la música del DJ Mario Salcedo, que convirtió la espera en una auténtica pista de baile al aire libre.

El alcalde de Guijuelo, el alcalde, Roberto Martín, lanzando el chupinazo 2025 Luis Cotobal

La fiesta de la espuma cubrió la plaza con una nube festiva que hizo disfrutar a pequeños y mayores, refrescando una tarde de calor y reforzando ese espíritu guijuelense de “aquí estamos todos”.

La imagen fue la de un pueblo entero volcado: niños sobre los hombros de sus padres, amigos reencontrándose después de meses, y vecinos de todas las edades bailando juntos.

Pregón, coronación y una noche que promete

La agenda continuó a las 22:30 horas con la presentación de las damas y la lectura del pregón a cargo de Inés María Bernardo, que precedió la coronación de la Reina y su Corte de Honor.

La coronación de la Reina

Ofrenda floral

Guijuelo volvió a las calles para rendir homenaje a Nuestra Señora de la Asunción. Se celebró celebrado la eucaristía mientras se rendía homenaje a la imagen de la patrona. Tras la procesión se realizó la tradicional ofrenda floral. Seguidamente, se pudo disfrutar de un vino, cortesía del Ayuntamiento de Guijuelo.

Ofrenda floral

A partir de la medianoche, la orquesta Pikante tomó el relevo con un espectáculo vibrante que mantuvo la plaza en pie hasta bien entrada la madrugada. Tras ello el DJ Rodri y la Disco Z-05 arrancó para los más resistentes, cerrando una jornada que, para muchos, será difícil de olvidar.

Con este arranque apoteósico, Guijuelo demuestra de nuevo por qué sus fiestas son referencia en la provincia: porque aquí la tradición se vive con la intensidad de un pueblo que sabe celebrar, porque las peñas siguen siendo el corazón que bombea color y música, y porque cada agosto, la Plaza Mayor chacinera vuelve a ser el lugar donde todo empieza una vez más.

Noticias relacionadas