El desarrollo del Puerto Seco de Salamanca da un nuevo paso adelante con la aprobación de los pliegos para licitar unas obras clave: las que permitirán operar con graneles y reforzar así la competitividad de esta infraestructura como nodo logístico estratégico en el oeste peninsular.
La sociedad que gestiona la zona de actividades logísticas, ha dado luz verde a un contrato dividido en dos lotes, con un presupuesto base de 5.127.948,68 euros más IVA, cofinanciado por la Junta de Castilla y León.
La actuación incluye la instalación de equipamiento específico y sistemas mecanizados para la descarga, trasiego y almacenamiento de graneles.
Se construirán dos grandes naves, una destinada a cereales y otra a fertilizantes, una tercera nave para contenedores y carga general, un edificio con oficinas, vestuarios y almacén, además de todas las instalaciones eléctricas necesarias para su funcionamiento.
Esta fórmula, explican, se adopta por la complejidad técnica que requiere el diseño de las infraestructuras de transporte y elevación de graneles, propias de empresas especializadas y ajustadas a una tipología constructiva muy concreta.
Así, el Puerto Seco se convertirá en la única terminal ferroviaria pública de interior en el oeste de la Península con capacidad para ofrecer estos servicios, lo que le dará una clara ventaja competitiva frente a otros nodos.
Desde aquí llegarán mercancías procedentes de puertos como Leixões o Aveiro, pero también se abrirá una puerta directa para que las empresas salmantinas puedan subir sus productos al tren y enviarlos a cualquier parte del mundo.
La infraestructura ocupará 88.000 metros cuadrados y podrá recibir trenes de hasta 750 metros de longitud. Contará con capacidad para almacenar hasta 900 contenedores estándar y estará equipada con cuatro grandes básculas: dos para camiones y otras dos para vagones, integradas directamente en las piqueras de cereal y fertilizantes.