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“¡Por Dios, qué vas a hacer!” fue el grito desesperado que frenó un posible ataque en plena vía pública.

EL ESPAÑOL de Castilla y León ha podido hablar con Pedro Martín Casado, alcalde de la localidad salmantina de Saldeana, quien ha denunciado ante la Guardia Civil el intento de agresión que sufrió este lunes tras un enfrentamiento verbal con un vecino.

Según ha relatado el propio regidor, los hechos ocurrieron tras un encuentro con este vecino, con quien arrastraba conflictos anteriores. Cuando decidió alejarse para evitar mayores problemas, escuchó los gritos de la esposa del agresor advirtiéndole de que algo iba mal. 

Al girarse, vio cómo el vecino se abalanzaba hacia él con un horcón -una herramienta agrícola de mango largo- con clara intención de agredirle por la espalda.

“Si no llega a ser porque su mujer le gritó, no me habría dado tiempo a reaccionar”, explica el alcalde, todavía visiblemente afectado por el episodio.

El regidor asegura que el agresor no está empadronado oficialmente en el municipio, aunque reside allí habitualmente, y que desde su llegada a la alcaldía ha sido objeto de acoso constante.

“No aceptan que alguien de fuera sea alcalde del pueblo”, lamenta, recordando que desde el primer día tras las elecciones ha sufrido amenazas, insultos en plenos municipales, irrupciones en su despacho e incluso mensajes intimidatorios anónimos.

“Te insultan, te amenazan, invaden el despacho y luego ves que no pasa nada. El sistema no protege realmente a los alcaldes de los pueblos pequeños”, denuncia.

Martín Casado también ha querido recordar que no es el primer episodio violento en la historia reciente del municipio. Hace cuarenta años, otro alcalde sufrió un intento de agresión cuando intentaron empujarle a un pozo.

“La situación se repite y no se toman medidas suficientes”, advierte, pidiendo más protección para quienes desempeñan responsabilidades públicas en el ámbito local.

La Guardia Civil intervino de inmediato tras recibir el aviso y ha abierto diligencias tras la denuncia formalizada por el primer edil.

El alcalde insiste en que seguirá adelante en su labor de servicio público, pero reconoce que vive con preocupación el clima de tensión que rodea a su gestión diaria: “No queremos que la historia vuelva a repetirse, pero necesitamos que se nos proteja de verdad”, concluye.

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