Han pasado ya dos meses desde que el cuerpo sin vida de Álvaro Pérez Ortega, el joven de 19 años, fue encontrado en una finca a las afueras de la localidad salmantina de Ciudad Rodrigo.
La noticia, que causó un gran revuelo en el municipio mirobriguense y alcanzó una repercusión nacional, sigue generando una serie de interrogantes que todavía persisten hoy en día.
La reciente confirmación por parte de la Delegación del Gobierno en Castilla y León de que el joven presentaba heridas ocasionadas por arma blanca, ha reafirmado aquella hipótesis de que su muerte fue violenta, aunque muchos detalles siguen sin esclarecerse.
Sin embargo, la Guardia Civil, encargada de la investigación, no ha querido revelar si el arma blanca utilizada en el crimen ha sido hallada, ni ha dado detalles sobre si continúa su búsqueda.
En este sentido, fuentes cercanas al caso, reiteran al EL ESPAÑOL de Castilla y León, que las unidades responsables continúan trabajando en el caso con “absoluta profesionalidad”, pero que las actuaciones continúan bajo el marco del secreto de sumario, lo que dificulta conocer detalles concretos sobre las líneas de investigación.
El último informe público sobre este suceso se emitió el 27 de enero, cuando el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, aseguró que la autopsia preliminar había mostrado “marcas en el cuello” de posible origen violento. En ese momento, las autoridades ya indicaron que se trataba de un caso con tintes criminales, aunque no se especificaron más detalles.
Ciudad Rodrigo se mantiene en vilo
La falta de avances significativos ha alimentado las especulaciones sobre lo sucedido el pasado 24 de enero. Vecinos y familiares del joven continúan reclamando justicia, y muchos se preguntan si el hecho de que dos meses después no haya habido detenciones refleja alguna dificultad en los avances de la investigación o si, por el contrario, los agentes están más cerca de resolver el caso de lo que parece.
Tampoco se han hecho públicos más avances sobre posibles sospechosos o pruebas clave que pudieran haber sido recolectadas en el lugar del hallazgo.
A lo largo de estas semanas, Ciudad Rodrigo ha seguido a la espera de respuestas, mientras que la familia de Álvaro Pérez Ortega sigue aguardando una explicación que, por ahora, sigue sin llegar.