Más de 200 tractores se concentran en las distintas rotondas de acceso a la ciudad de Salamanca y van entrando por goteo en grupos circulando por la ciudad de manera lenta y volviendo a salir. Lo que provoca un colapso total en la circulación del resto de vehículos.

Este hecho se produce motivao por las movilizaciones del sector agrario en la provincia de Salamanca, no comunicadas a la Subdelegación del Gobierno. Según la información trasladada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las movilizaciones mantienen 6 cortes activos en algunas de las carreteras de la provincia:



ACTUALIZACIÓN

Existen 8 cortes activos en las carreteras de la provincia de Salamanca. Concretamente hay dos cortes en la SA-20 (100 tractores y 80 personas; 30 tractores y 50 personas).

Dos cortes en la N-630, el más significativo en la glorieta de Buenos Aires (30 tractores y 100 personas); tres cortes en la A-62 (a la altura de La Fuente de San Esteban, Villares de la Reina y Castellanos de Moriscos) y un corte en la A-50, a la altura de Santa Marta de Tormes (30 tractores y 120 personas)

A nivel de la ciudad de Salamanca, toda la presión está en el alfoz de la ciudad en los puntos de acceso (rotondas y accesos a las autovías que circunvalan la ciudad). Entran y salen del casco urbano grupos de tractores con paradas y cortes intermitentes. Hay unos 300 tractores, 20 vehículos y unas 450 personas.

Protestas de agricultores y ganaderos en Salamanca L. Cotobal

La previsión es que continúen llegando más tractores, camiones y otros vehículos de campo a lo largo del día hoy, señalado como el más importante en los grupos de ‘WhatsApp’ que han servido como canal para organizar esta protesta de forma espontánea, y que ya tuvo sus primeros episodios el pasado viernes, con una treintena de tractores en la capital y, sobre todo, este lunes, cuando estuvo cortada la autovía A-62 y la carretera N-620 junto a la frontera con Portugal, en Fuentes de Oñoro.

A la espera, eso sí, de la tractorada convocada para este jueves por las organizaciones profesionales agrarias con representatividad en la provincia: Asaja, Coag, UPA y UCCL. Los profesionales del campo protestan contra los recortes de la nueva Política Agraria Común de la Unión Europa y el incremento de los costes de producción en el sector primario.

Nos llevan a la ruina”

A partir del respeto, piden un cambio de paradigma en las políticas que les afectan, aquellas que tienen que ver con cómo desempeñar su labor y la retribución que, al final del día, pueden obtener, por ella, según informa Ical. “Que no nos hagan hacer cosas absurdas como la política ‘ecoverde’ que nos quieren aplicar y que nos lleva directamente a la ruina. Están obligándonos a mantener unas prácticas agrícolas que nos se han hecho jamás porque no son sostenibles económicamente. Cuando hablan de ecología y de conservar, entendemos que lo primero que habrá que conservar es a la gente. No estamos dispuestos a algo que nos aboca a la extinción”, sentencia con la firmeza de quien tiene muy claro el discurso porque, para su desgracia, no es nuevo.

Los precios de los insumos, como abonos, herbicidas o el propio gasóleo, han llegado a unos niveles “insostenibles”. “A la par que eso sube, nuestros precios están por los suelos por la importación de terceros países, que no cumplen los mismos estándares de calidad ni pasan por los mismo controles que nos aplican a nosotros. Por lo tanto, estamos en una desventaja terrible. A nosotros nos imponen los precios de lo que compramos y de lo que vendemos, con lo cual todo el mundo amplía sus márgenes a costa de reducir los nuestros. Hasta un punto en que ya no es sostenible”, certifica el agricultor y ganadero.

Entre los conductores, buscan comprensión sin apartarse de su responsabilidad en el caos que invade, a ráfagas, la ciudad. “Nosotros hablamos con la gente que está en la retención y tratamos de hacerles entender que preferiríamos estar en nuestro trabajo a estar aquí. Aquí estamos perdiendo de alimentar a nuestros animales y de labrar nuestras tierras. Pero si estamos aquí es porque ya no nos queda otra solución. Hasta que se den cuenta de que las cosas que nos hacen hacer no tienen sentido, están pensadas por una gente que no conoce, en absoluto, lo que es el sector agrario y las peculiaridades que tenemos”, insiste.

Carrionero apoya la manifestación convocada ‘boca a boca’ y pide mayor premura a las organizaciones profesionales agrarias, de las que, además, forma parte, y quienes no han esperado para hacerse notar. “Hay veces que en la dirección de las opas tardan en recoger el clamor de los afiliados de a pie. Ese es el principal motivo. Eso no es una cuestión política, cualquiera que está aquí lo que defiende es su explotación, su forma de trabajo. Y hay veces que las cúpulas directivas tardan en hacerse eco de lo que dice la gente de a pie. Hay demasiada distancia entre los afiliados y las direcciones”, considera. Nada de política, eso sí. “En los grupos de WhatsApp se han dicho cosas que están fuera de lugar, como pasa en todas las redes sociales, pero también ha habido gente muy sensata que lo que ha hecho es pedir unión. Porque solo se trata de defender el sector y no de hacer demagogia pura”, apunta.

Las generaciones venideras

Protestas de agricultores y ganaderos en el Alfoz de Salamanca L. Cotobal

Tras la vuelta completa a la rotonda, casi en la misma salida del lado inverso, el agricultor Ezequiel Blanco, de Alconada, aguarda con su chaleco amarillo reflectante apoyado en su coche. En el capó lleva el cartel de ‘vehículo especial’ pues le sirve para lanzar su cosechadora cuando tiene que moverla por carretera. Le obliga la normativa de tráfico. “El campo está cansado de aguantar. Todo es burocracia, hay papeleos para todo. Quieren acabar con el campo y la gente no se lo está creyendo”, afirma, con cierta resignación pero decidido a intentar cambiarlo, Por él no va a ser.

No es una cuestión de los agricultores o de los ganaderos, es algo que atañe a toda la población, desde su punto de vista, y trata de hacerlo entender. ”A la gente de a pie solo le pedimos que tengan paciencia porque estamos reivindicando por ellos, no por nosotros. Nosotros estamos dando de comer a todo el mundo. El que tiene ovejas, con ovejas, el que tiene chotos, lo mismo, el que tiene remolacha, azúcar, patatas… Es la cesta básica de la compra. Todo depende de la agricultura”, reitera.

Cuestión, dice, de futuro. “¿Por qué está Europa levantada en armas? Que piensen en lo que hacen los franceses, los italianos, los alemanes. Todo el mundo. Y por nosotros no hace nadie nada. Llevamos así muchos años. Nos dejamos cerrar La Azucarera, nos cierran los negocios. Y el problema, ¿sabes cuál es? Las generaciones que vienen por detrás. Cuando nos vayamos los de 50 y 60 años, a ver quién va después al campo”, se pregunta. Los jóvenes no quieren dedicarse a la agricultura. Mira, cada tractor de estos vale 300.000 euros. Y los cereales todos los días bajando. Así que las explotaciones no son rentables ¿Qué hacemos?”.

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