El 1º de Mayo tiene un significado especial en la comarca de Vitigudino, concretamente en el municipio minero de Barruecopardo, donde el 'reino de Wolfram'. Allí estuvo, con su medalla Tomás Vecillas, director facultativo de Saloro, empresa que se encarga de la explotación de la mina de wolframio. El día primero del mes de las flores, de una primavera que viene anticipada con un calor dimensionado, se celebra la festividad de San Felipe con su tradicional feria anual de ganado.

A este mercado acuden miles de personas, que no a manifestarse en la reivindicación laboral, de Aldeadávila, Mieza, Vilvestre, Saucelle, Saldeana, La Zarza, Villasbuenas, Cerezal, Saldeana, Masueco, Vitigudino, Lumbrales y también Villarino. El ganado que acude lo hace más en modo exposición que en fase de ventas.

Pero esta tradicional feria, desde hace algunos años también celebra una muestra de productos de la tierra. Pero no. El interés mediático de esta anciana fiesta ganadera se centra en el avatar político. Con el alcalde de Barruecopardo y diputado, Jesús María Ortiz, como el perfecto maestro de ceremonias, a la cabeza, sigue todo una manifestación, ya que hablamos del 1 de Mayo, de cargos oficiales civiles, políticos y militares. Ortiz domina la puesta en escena como nadie. Además, para ello se sirve de la entrega de Medallas de Oro de Barruecopardo a destacados personajes de la vida política y social de la Comunidad y que, de una forma u otra, tienen algo que ver con el municipio. El caso es que consigue el efecto deseado, "que se hable del pueblo".

Y, como estamos en periodo electoral, también hubo un recuerdo/reconocimiento para los vecinos, como fue a dos hermanos que han sido todo en Barruecopardo en el comercio local. Un merecido reconocimiento. Pero también fue entregada la Medalla de Oro a Iberdrola, con la presencia de Miguel Calvo, el delegado institucional en Castilla y León. Es que esta empresa energética tiene una importante presencia en esta comarca, donde se encuentran los principales saltos hidroeléctricos- Villarino, Aldeadávila y Saucelle-, al margen de los parques fotovoltaicos que está instalando, como el de Villarino.

Periodo electoral

Todo un elenco de alcaldes de la comarca y políticos de acá y de allá L. Falcão

No podía ser menos. Más allá de la Feria de San Felipe con sus cabezas de ganado, tratos, productos de la tierra, vinos, cervezas, pinchos -que por aquí no se dice tapas-, y comidas en los imposibles de comer restaurantes de la comarca, subyacía la cercanía de las elecciones municipales del 28 de mayo.

La mayoría de los alcaldes actuales -algunos no repiten- de la comarca de Vitigudino, sobre todo del PP, allí estaban presentes. De la izquierda, por aquí el PSOE e independientes, tan solo el portavoz socialista en la Diputación y alcalde de Juzbado, Fernando Rubio. El resto, todos populares con el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, muy comedido, y el director general de Administración Local de la Junta de Castilla y León, Emilio Arroita, también con prudencia, al frente.

Los comentarios en los corrillos versaban sobre las probabilidades que tenían unos y otros de repetir en la Alcaldía o salir de la misma. El alcalde de Villarino, Julián Martín, y el alcalde de Cipérez, Juan Francisco Alonso, estaban tranquilos, aunque el primero con prudencia y, el segundo, ya ganador por la presentación de listas de los demás partidos.

No faltaban las ganas de retomar la Alcaldía de Vilvestre al joven Manuel Fernández Gorjón, encabezando la lista del PP, ya que tras 30 años consecutivos de gobierno popular, en 2019 fue una candidatura independiente, de expopulares, quienes con el apoyo de CS arrebataron al PP el mando local.

Más complicadas, decían, están las cuentan en Vitigudino, donde la actual alcaldesa Luisa de Paz (PP) no tiene todas consigo. Algo parecido le acontece a Lumbrales, donde su actual alcalde, Carlos Pedraz, que concurrió en 2019 con CS gobernando en coalición con el PSOE, ahora concurre bajo el paraguas del PP.

También se veía muy activo al candidato del PP en Aldeadávila de la Ribera, Florentino García, siente que tiene la Alcaldía a punto de caramelo, tras 18 años de gobierno socialista.

Un adiós con dolor por la incertidumbre de las urnas se produce en El Cubo de Don Sancho, donde el actual alcalde, Emiliano Muñoz (PP) no repite tras varias legislaturas con mayoría absoluta.

En la comarca de Vitigudino las espadas están en todo lo alto. Se está a la espera del efecto que tendrán las candidaturas de la nueva formación del alcalde de Hinojosa de Duero y diputado exsocialista, José Francisco Bautista, Salamanca Importa, así como las de Vox en municipios como Lumbrales y Vitigudino. Sea como fuere, el ambiente que se respira es de euforia en las filas populares que, a falta de votos y escrutinios, también lame el segundo diputado comarcal. Es complicado con la actual situación, pero, en esta ocasión, más que nunca, no imposible. Para esto da San Felipe en Barruecopardo.

El director institucional de Iberdrola en Castilla y León, Miguel Calvo, junto al alcalde de Villarino, Julián Martín (PP) L. Falcão

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