Los empresarios, a través de Cecale y Confaes, han rechazado "con total rotundidad el acuerdo para derogar la reforma laboral a cambio de su apoyo a la última de las prórrogas del estado de alarma".

Según comentan, en su opinión el pacto es un "un desprecio indignante al diálogo social nacional, al que dinamita; al papel que la propia Constitución otorga a los agentes sociales y, en este sentido, a las propias instituciones del Estado en el momento más delicado de la economía española y, por tanto, cuando este diálogo se hace más necesario".

De hecho, aseguran que desoye las recomendaciones de la Comisión Europea, "en las que plantea la necesidad de fundamentar la recuperación a medio plazo en medidas de apoyo al empleo tomadas de acuerdo con los interlocutores sociales, tales como la flexibilización de las condiciones laborales".

"El pacto alcanzado es de una irresponsabilidad mayúscula y tendrá unas consecuencias negativas incalculables en la economía española y en la confianza empresarial tanto nacional como internacional, que impactarán de forma profundamente negativa en el empleo".

Insisten, de esta manera, en que es "incoherente y contrario incrementar la rigidez en el mercado laboral" mientras se abordan medidas de flexibilidad. "De esta forma, se echarán por tierra todos los esfuerzos realizados para, a través de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), lograr hibernar las plantillas y salvaguardar millones de puestos de trabajo".

CES

Desde la Confederación Empresarios de Salamanca, por su parte, también se rechaza y hablan de "intereses partidistas" y no de necesidad. "Esta precipitada decisión sólo traerá consecuencias nefastas para la actividad económica y el empleo”, recalca CES, que lamenta que la confianza empresarial se vea mermada por una decisión “tan irresponsable” y en un momento "tan poco acorde".

CES sostiene que la recuperación pasará por tres fases: una de supervivencia, tanto sanitaria como económica; una segunda de recuperación y una tercera de reconstrucción. “Si no trabajamos todos en la misma dirección, con decisiones correctas y efectivas, y pensando en el interés general, las empresas y autónomos no recuperaremos la fortaleza que el coronavirus nos ha quitado ni saldremos en el menor tiempo posible de esta desaceleración económica”.

Por tanto, CES subraya que “derogar la reforma laboral sería dar un paso atrás muy negativo para la sociedad” y califica de “gran irresponsabilidad que las formaciones políticas se dediquen más a sus propias agendas que a procurar la estabilidad del país”. “Tenemos que aprovechar la oportunidad que da el amplio arco parlamentario para mejorar la terrible situación actual y para evitar que con cada cambio de Gobierno se deroguen las reformas del anterior, y menos cuando no proceden por las circunstancias”.