La Universidad de Salamanca (USAL) realizará una encuesta entre su comunidad universitaria para conocer de primera mano cuáles han sido las condiciones de trabajo y estudio desde que comenzó el estado de alarma y "anticiparse" a posibles necesidades en la docencia y en la investigación del futuro.

En una rueda de prensa tras el consejo de gobierno de la institución académica, el rector, Ricardo Rivero, ha agradecido el "esfuerzo extraordinario" de alumnos y profesores, además del resto de personal como el de Administración y Servicios, para adaptarse a las circunstancias en el confinamiento.

Y ahora, con la encuesta, Rivero ha reseñado que el propósito es hacer un diagnóstico de lo vivido por ellos, pero también "detectar problemas" y "anticipar soluciones" para evitar "improvisar" ante un contexto indefinido por la COVID-19.

El rector ha reconocido que la situación podrían "prolongarse" o "volver" a lo de antes, pero que esto depende de "cómo evolucione" la propagación del coronavirus, por lo que la USAL trabajará en analizar escenarios como una posible necesidad de menos presencia en las aulas y más contenidos ofrecidos en el ámbito de la "bimodalidad".

Asimismo, ha destacado el interés del equipo de gobierno por encarar con "éxito" los "siguientes desafíos", entre los que se encuentran los planes de 'desescalada' y de cómo ir incorporando servicios como el de las bibliotecas o el regreso de los investigadores a los laboratorios, con teletrabajo "en todo lo que se pueda" para ámbitos como el administrativo.

Por otra parte, ante la pregunta de la habilitación de agosto, Ricardo Rivero ha indicado que es una decisión que trasciende al poder de la institución, pero que ante situaciones "excepcionales" y ante "procedimientos necesarios" la USAL trabajará para seguir adelante con ello.

"Todo aquello que sea necesario en agosto para el mantenimiento del servicio público, se va a hacer", ha apuntado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de la Universidad de Salamanca.