Nuevamente, el sindicato CSIF ha recogido algunos testimonios del personal sanitario que se encuentra luchando en primera línea de batalla contra el coronavirus y que reflejan el duro día a día que deben soportar. 

Sin apenas descansos, con mucho agotamiento y las pocas alegrías que dan las altas, se encuentran al límite. "Cada vez que llega una ambulancia y me dirijo a la salida para ayudar a los técnicos, pienso, ¿Vendrán para llevarse pacientes de alta? Pero es decepcionante ver que lo que llegan son más infectados positivos”. comenta una de ellas. 

En el mismo sentido, habla otra sanitaria que se encontró a "varias compañeras llorando" después de una noche estresante con muchos ingresos y personas que atender. "En los vestuarios del hospital solo se oye silencio, se van caras de agotamiento e impotencia", recalcan. 

El miedo también se adueña del cuerpo en algunos casos. "Es muy duro y no sé cómo acabaremos... Tocados" o el testimonio de una asmática que está obligada a acceder a los pacientes con coronavirus. "¿Y si me contagio? ¿Qué pasará con mi niño de tres años?". 

La falta de material, además, sigue siendo uno de los principales problemas. "Ya no puedo más, me niego a llevar a un paciente positivo con solo una mascarilla quirúrgica y unos guantes, ¿quieren que caigamos todos así?" o "estamos desbordados y sin EPIs. Se nos acaban los recursos. ¿Qué hacemos?". 

Sin embargo, y a pesar del miedo de pasar el "calvario" todos los días y pensar, en algunos casos, en "salir para ducharme y desinfectarme", así como quejarse por sentirse poco considerados por la Dirección, para los que son "solo un número", también hay alguna sonrisa. 

No en vano, como destaca una de las enfermeras preguntadas: "Ayer dimos altas, fue emocionante. Si veis a los pacientes tirarnos besos... Por fin algo positivo".