La Policía Local y Nacional de Salamanca ha desplegado este jueves, Fin de Año Universitario, un amplio dispositivo de vigilancia y seguridad que incide de manera especial en la Plaza Mayor.

De hecho, todos los accesos al ágora charra se encuentra tomada por agentes policiales, que revisan todas las mochilas y bolsos para prohibir la entrada de cualquier tipo de botella que pudiera ser peligrosa para el resto de personas.

Así, se están realizando también cacheos a los jóvenes, con perros incluidos, para encontrar cualquier tipo de sustancias estupefacientes, como ya ha ocurrido otros años. Esto también se lleva a cabo en los corredores peatonales de acceso, donde también se intenta evitar el "consumo indiscriminado de alcohol en la vía pública".

Según recuerda la Policía Local, no pueden introducirse ningún bolso que exceda de 60x30x15, ni objetos contundentes o petardos y simialres, y envases de vidrio, botellas, latas, pancartas, sábanas, mástiles o palos.

A la Plaza Mayor solo podrá acceder un máximo de 21.700 personas. No obstante, la Policía Local podrá interrumpir en cualquier momento la entrada al recinto por razones de seguridad pese a que no se hubiera completado el aforo previsto o por cualquier otro motivo que pusiera en peligro la integridad de las personas y los bienes.

Por otro lado, los agentes de la Policía Local se ubicarán en todo el perímetro de la Plaza Mayor con la finalidad de garantizar la seguridad de los asistentes y de impedir el consumo de alcohol en el ágora. Además, otro grupo de agentes se situará en las balconadas para obtener en todo momento una visión global y precisa del número de participantes en el evento y evitar posibles avalanchas y riesgos de características similares.

Operativo coordinado

El operativo especial de vigilancia y seguridad dedicado al Fin de Año Universitario está integrado por la Policía Local, la Policía Nacional y la Guardia Civil. También colaboran el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de Salamanca, la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil, Cruz Roja y responsables de la propia organización del evento.

Por su parte, el Cuerpo Nacional de Policía ubica a sus agentes en un segundo cinturón dentro de la ciudad y la Guardia Civil establece puntos de control de tráfico y seguridad en todos los accesos y salidas por carretera para completar el dispositivo previsto.

Después de las campanadas, los agentes locales velarán por la seguridad y el descanso de los vecinos, evitando el consumo fuera de los establecimientos públicos autorizados con la aplicación de las medidas indicadas.