El puente de diciembre es uno de los momentos con más movimiento de vehículos de todo el año. No en vano, el pasado año, la Dirección General de Tráfico calcula que se produjeron más de 730.000 desplazamientos por carreteras de Castilla y León.
De estos, el 10% se produjeron por la provincia de Palencia, atravesada primero por la A-62, la Autovía de Castilla, que recorre la Meseta y conecta el interior con el oeste de España. En la capital palentina, esta vía enlaza con la A-67, la autovía que conecta la Meseta con Cantabria y Euskadi y canaliza buena parte del tráfico hacia la cornisa cantábrica.
Por eso estas vías son tan populares para escapadas al siempre maravilloso norte español o viceversa, para aquellos que vuelven a casa. Y precisamente entre las dos se esconde un rincón perfecto para reponer fuerzas y, sobre todo, darse un delicioso capricho.
A la altura de la salida 90 de esta autovía, se ubica la fábrica de los famosos Chocolates Trapa, una de las marcas más potentes de la industria del dulce de España. De hecho, pueden presumir de haber elaborado los primeros bombones de España en 1969, los 'Bombonísimos' y los 'Cortados', que ya son parte de la historia culinaria de nuestro país.
Cabe recordar que el origen de esta histórica empresa chocolatera se remonta a los monjes cistercienses, que pertenecían a la orden de la Trapa, y que se instalaron en el Monasterio de San Isidro de Dueñas en el año 1981.
Son ellos el origen de esta empresa palentina, quienes trajeron consigo el primer chocolate desde América durante su labor misionera y elaboraron las recetas que, a día de hoy, aún se conservan en una caja fuerte de la empresa y son utilizadas para muchos de sus productos actuales.
Además, los monjes instauraron una curiosa tradición: repartir chocolate caliente gratuito a las puertas del monasterio cada Jueves Santo. Costumbre que se trasladó después a la propia fábrica, en 1964, después de que la comunidad monástica decidiera vender la fábrica.
Monjes cistercienses de la orden de la Trapa
Desde Chocolates Trapa recuerdan que, durante años, los propios monjes iban andando por un camino que conectaba su monasterio con la fábrica, cuando aún no estaba construida la autovía, para seguir esta generosa tradición que aún se mantiene por parte de la empresa.
Al calor de esta idea de los monjes, Chocolates Trapa comenzó hace más de 50 años a servir chocolate caliente a los pies de su propia fábrica en un pequeño quiosco ubicado al lado de la misma fábrica.
Según indican desde Trapa a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, la idea surge como una especie de movimiento de marketing para animar y favorecer la venta de chocolate a los clientes, poco antes de 1975.
Fotografía aérea antigua donde se observa la distancia entre la fábrica de Trapa y el monasterio
Así nació este primer quiosco del chocolate, que aún se conserva pegado a la propia Autovía de Castilla. Allí, la empresa ha vendido durante décadas chocolate caliente a todo aquel que haya hecho un alto en el camino en la A-62. Una forma muy llamativa de atraer a clientes de cualquier punto de España, que viajen por la concurrida vía.
Y, por supuesto, mantienen la tradición de los monjes de cada Jueves Santo, donde en 2024 más de 3.000 personas se acercaron hasta la fábrica de Trapa, reconocida como la más moderna de España y la cuarta de Europa, para tomar su chocolate caliente gratis.
Un gesto de amabilidad y tradición con los vecinos de San Isidro de Dueñas, pero también con cualquier viajero que transite por allí en esas concurridas fechas.
La gran tienda
Y es que Trapa presume de querer ofrecer siempre lo mejor para sus clientes. Por eso, el 28 de diciembre del 2013, la empresa decidió abrir una gran tienda al lado de ese histórico quiosco, con la intención de "dar una mayor comodidad y un espacio más adecuado a los clientes", que quisieran hacer un alto en el camino por la A-62.
Tienda de Trapa en Palencia
Una mentalidad que vino de la mano de la familia palentina, Grupo Europraline, que en aquel año adquirió la fábrica y la salvó de la ruina tras el paso de la Familia Ruíz Mateos. Esta nueva gerencia apostó por su propia tierra y tiene como pilares fundamentales la innovación y la conciencia social.
Ellos construyeron la tienda actual, con 200 metros de superficie y otros 150 metros de terraza, acondicionada para el invierno, que se instaló en 2023. Allí, aparte del tradicional chocolate caliente, la empresa ofrece la posibilidad de adquirir las 300 referencias que Trapa tiene en su catálogo.
Tal es el éxito de esta tienda y área de descanso que la empresa tiene previsto efectuar una ampliación de la tienda de cara al próximo año. Serán unos 100 metros cuadrados más, con lo que sumarían un total 250 metros cuadrados de instalaciones.
Y es que no es poca la afluencia de visitantes a sus instalaciones. Desde Chocolates Trapa indican que "en un domingo cualquiera podemos dar unos 1.000 chocolates diarios".
Un número que, lógicamente, aumenta en días de gran afluencia como la Semana Santa y puentes con fiestas nacionales "por el tránsito en carretera desde Madrid al norte y viceversa".
