El XXXVII Aguilar Film Festival reconocerá con el águila de oro internacional al belga Olivier Smolders, autor de 19 películas y varios ensayos sobre cine y literatura. "Un cineasta de gran talento", han apuntado desde la organización, que le dará el galardón el próximo 3 de diciembre a las 20:00 horas en el Cine Amor, en un acto enmarcado dentro del evento que se desarrolla entre el 28 de noviembre y el 7 de diciembre.
La prestigiosa cita cinematográfica pondrá de esta forma en valor la trayectoria de un cineasta cuyo trabajo Masques fue ganador en la XXXIV edición del festival. La obra, con la que el cineasta belga evoca la pérdida del rostro de los seres amados y el ritual de las máscaras como conductos hacia el más allá, fue escogida como máxima vencedora del certamen por "crear una voz única y especial mediante un lenguaje propio alejado de todo convencionalismo".
Narce Ruiz, Guillermo Benet y Oana Ghera, miembros del jurado oficial, han destacado el "profundo amor al cine" de dicho cortometraje y su apuesta por "construir un relato que hace viajar al espectador por temas tan importantes como la memoria, la muerte y los fantasmas".
Tal y como es habitual, el certamen aguilarense ofrecerá cuatro sesiones entre el miércoles 3 de diciembre y el viernes 5 con una selección de 13 de sus películas, rodadas entre 1987 y 2022.
Se trata de la primera retrospectiva que se podrá disfrutar en España sobre Smolders, que ha dedicado prácticamente toda su carrera a la creación en formato corto. Destacan títulos como Pensées et visions d'une tête coupée, Mort à Vignole, Point de fuite, La Légende dorée, Voyage autour de ma chambre o Axolotl.
Con el reconocimiento tributado por el Aguilar Film Festival, el belga añade su nombre a un palmarés en el que también se encuentra la cineasta lusa Rita Azevedo, que recibió el galardón la pasada edición, y los franceses Eugène Green y Vincent Macaigne, premiados en 2023 y 2022, respectivamente.
Su formación como filólogo y la influencia de su entorno familiar, con un padre escultor y un hermano pintor, se dejaron notar en su estilo cinematográfico desde sus primeras obras, que habitualmente parten de fuentes literarias y tienen un acusado componente pictórico. En ellos aborda temas diversos, aunque hay algunos como la espiritualidad, la violencia, la locura, la memoria o el erotismo que se repiten con frecuencia. Algunos críticos cinematográficos le definen como un cineasta sobrio, con una puesta en escena rigurosa y bellas composiciones en blanco y negro, una descripción que se antoja tan cierta como parcial y que quizá se debe al éxito de su obra temprana.
Con uno de sus primeros cortos, Adoration (1987), recorrió infinidad de festivales en todo el mundo, y su díptico formado por La philosophie dans le boudoir y Ravissement (1991) es famoso en contextos francófonos. Sublime o grotesco, moderado o exagerado, el cine de Smolders es siempre muy intenso. En él existe una tensión entre su buen gusto fílmico y su atracción por depravaciones mentales, asesinos en serie, cuerpos descuartizados y sexualidad explícita. En realidad, Smolders es un hombre lleno de contradicciones, y su cine también, pero es precisamente en ese contraste donde radica su fuerza.
Si en los primeros 15 años de su filmografía predominan las adaptaciones literarias y las reflexiones sobre el arte, con la llegada del nuevo siglo se abre a nuevos territorios digitales y amplía sus temas, siendo autor de una filmografía muy variada en contenido y forma, en la que explora con frecuencia a través del género documental. Es en estos momentos cuando dirige su único largometraje de ficción, titulado Nuit noire (2005).
