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Desde que confesó ser "una de las colombianas de los audios" del exministro de Fomento, José Luis Ábalos, y su exasesor Koldo García incautados por la UCO, cada vez son más los detalles de la vida de Valeri Cuéllar que van saliendo a la luz.

Hasta la fecha, mucho se ha hablado de su affaire con Álvaro Muñoz Escassi y de su trabajo como prostituta. Sin embargo, casi nadie sabe cómo ha sido realmente su vida y menos aún su relación con Castilla y León. Detalles que ella misma ha revelado en una entrevista con este periódico.

Fue en el año 2016 cuando llegó a España procedente de Colombia. Lo hizo sola, su primer destino fue Torrelavega, Cantabria, y después de una temporada se mudó a Gijón.

Entonces, Valeri decidió traerse a su hermano mayor y llevarlo a Palencia, dado que allí tenía unos amigos de Colombia con los que se reencontró en un viaje a la ciudad castellana y leonesa. "Fueron los que me guiaron desde que vine a España", revela.

Tanto es así, que hasta le ayudaron a conseguir un apartamento de alquiler para su hermano, ya que en aquel momento ella "viajaba mucho por trabajo" y no podía quedarse con él.

Pasado un tiempo consiguió traer a su hermana pequeña y hace dos años, también a sus padres. "Todos se instalaron en Palencia, pero yo me fui a Madrid porque prácticamente todo mi trabajo estaba allí", explica.

Pese a ello, desde entonces, Valeri ha pasado mucho tiempo en la ciudad palentina, pues sus visitas a sus familiares siempre han sido muy frecuentes.

Al principio, era un lugar que le gustaba por su "tranquilidad" y por el hecho de ser "una ciudad económica". Sin embargo, su imagen y sus sentimientos cambiaron por completo cuando, de pronto, sufrió "una agresión tránsfoba". El que, sin duda, se ha convertido en su peor recuerdo de Palencia.

"Fue en 2021, acabábamos de salir de la pandemia. Yo acababa de llegar a Palencia, fui a tomarme una cerveza antes de subir a casa y en un bar un cliente me pegó. Me rajaron la cara y todo. Fue un chico que ya tenía antecedentes por haberle hecho lo mismo a otro chico", recuerda.

Un terrible y traumático episodio por el que ya no volvió a ver a la ciudad de la misma manera. "Le cogí fastidio y un poquito de pereza", confiesa.

Tanto, que hoy Valeri apenas hace vida por allí. Considera que es un lugar "muy cerrado" donde "la gente es muy rara y todo el mundo te mira".

Pese a todo ello, actualmente Valeri, aunque reside en Madrid, sigue visitando la ciudad. "Lo que pasa es que cuando voy no me gusta publicarlo, porque no quiero mezclar a mi familia con temas públicos", reconoce.

Si bien, lo único que suele hacer en Palencia es estar en casa de sus padres, "un chalé grande a las afueras de la ciudad", y, como mucho, quedar con una amiga.

La mayor parte del tiempo lo pasan en Valladolid, hasta donde suelen trasladarse para disfrutar de todo tipo de planes. ¿Su favorito? Ir a comer a un restaurante colombiano situado en la Plaza Circular.

Y es que, es tanto lo que les gusta la ciudad del Pisuerga, que, según ha confesado, sus padres se están planteando mudarse y ella, si se va de Madrid, tiene claro que se iría a Valladolid. "Me gusta mucho, más que Palencia. Allí las personas son más de ciudad y mucho más amables", reconoce.

Opiniones extraídas de una serie de vivencias que prueban que la vida de Valeri Cuéllar no ha sido nada fácil, al menos en España.

Y no parece que la cosa vaya a cambiar, por lo menos de momento, pues ahora se enfrenta a una polémica que la enfrenta a José Luis Ábalos, que está dando mucho de qué hablar y que, a juzgar por las últimas declaraciones de ambos, podría acabar en batalla judicial.