El Sindicato Tu Abandono Me Puede Matar, mayoritario en el C.P. de la Moraleja en Dueñas (Palencia), tiene que volver a lamentar una nueva agresión, en esta ocasión sucedida este pasado miércoles, a un trabajador del Centro. Un interno que ingresó como primario en el C.P. de Villanubla de Valladolid en verano y que después de protagonizar numerosos incidentes en este centro, en los que, según el sindicato, “dejó patente su inadaptación, su actitud violenta haciendo además gala de sus conocimientos en artes marciales y su falta de respeto hacia los trabajadores”. Incidentes entre los que se incluyen varios intentos de quemar la celda, romper el mobiliario y esparcir sus heces por la misma, además de varias amenazas graves.
Ante estos hechos, reprocha que el Centro Directivo siendo consecuente con su política de “buenismo” que acaban pagando los trabajadores, en lugar de aplicarle un régimen cerrado con más control y seguridad, “decide trasladarlo a nuestra prisión con el mismo régimen de vida”. Al poco tiempo de llegar, en el día de ayer, provocó un incidente en el Módulo 7 teniendo que ser trasladado al Módulo de Aislamiento donde “sigue alterado, gritando, amenazando, golpeando la puerta y exigiendo que se le proporcione tabaco para fumar, lo que impide el desarrollo normal de la vida del departamento”, argumenta el sindicato en una nota.
Al no cesar en su actitud y no calmarse, los funcionarios de servicio han accedido a la celda para reducir al interno que se resiste de manera violenta. El resultado de esta intervención ha sido que uno de los funcionarios ha sufrido una fractura en una mano de la que tuvo que ser atendido en un hospital y que se encuentra pendiente de una posible intervención quirúrgica. “Gracias a la profesionalidad y rapidez de la actuación de los funcionarios no tenemos que lamentar más lesionados”, se consuelan desde el sindicato.
“Deseamos al compañero una recuperación total y pronta, y al mismo tiempo queremos dar a conocer a la sociedad los problemas y situaciones a las que se enfrentan a diario los trabajadores penitenciarios a los que la Administración no dota de medios materiales modernos (como por ejemplo pistolas taser), el respaldo legal como es la reclamación histórica de la condición de Agente de la Autoridad, medios humanos, ni formación”, finalizan su comunicado.
Por este motivo, siguen reclamando un estatuto propio que recoja las peculiaridades de su trabajo y un sector propio de negociación.