León ha recuperado una parte desconocida de su historia natural. El proyecto ‘Frontera Cantábrica’, impulsado por investigadores de la Universidad de León con apoyo de la Junta, ha permitido encontrar los primeros restos de oso cavernario hallados en la provincia. Son dos adultos y un ejemplar infantil de una especie extinguida hace unos 20.000 años y nunca antes documentada en este territorio.
El hallazgo se produjo en varias cuevas de montaña donde, además, se recuperaron restos de más de 35 osos pardos, lo que abre nuevas vías para conocer cómo convivieron ambas especies y cómo eran los ecosistemas del Cuaternario. Los investigadores recuerdan que no son “solo huesos”, sino pistas que permiten reconstruir comportamientos, clima y presencia humana.
En esta primera campaña se han rescatado más de 3.000 restos fósiles y subfósiles, muchos en riesgo de expolio o deterioro. Todo el material ha sido documentado, protegido y trasladado a instituciones oficiales para su estudio.
Un momento de la rueda de prensa
El proyecto ha contado con la participación de especialistas y estudiantes, combinando investigación, formación y conservación. Desde la Delegación Territorial destacan que estos descubrimientos no solo enriquecen el conocimiento científico, sino que también revalorizan el territorio leonés como escenario de historia y patrimonio natural.
León, tierra de montañas, también lo fue de osos, mamuts y primeras comunidades humanas. Ahora empieza a contarlo.
