Andrés y Lizhet son dos jóvenes de 29 y 32 años respectivamente que llegaron a España hace una década en busca de "más oportunidades y un futuro mejor" y también "por temas de seguridad".
Lo hicieron por separado y se instalaron en Madrid, la ciudad donde se conocieron y, hace tres años, lograron formar una preciosa familia junto a su hija Lauren. Y es que, aunque la capital les ha dado mucho, lo cierto es que también les ha quitado. En este caso, salud y calidad de vida.
Nada más llegar la pareja empezó a trabajar, fundamentalmente, en el sector de la hostelería y la limpieza.
Sin embargo, tras estudiar el grado medio de Auxiliar de Enfermería, se abrieron nuevos horizontes profesionales que les llevaron a trabajar, en el caso de él, en residencias y en domicilios cuidando a personas dependientes, y en el de ella, en residencias y en un hospital.
Si bien, tal y como ha confesado Andrés en una entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, su vida en Madrid se resumía en "mucho agobio y estrés" en todos los sentidos y la obligación de pasar "muy poco tiempo" con su hija.
Por ello, hace apenas dos meses decidieron hacer las maletas y dejar su vida en la ciudad para mudarse a Corullón, un pequeño pueblo de León en el que están "muy felices".
"Nos ha cambiado la vida. En Madrid estábamos estresados, teníamos dos trabajos cada uno para poder llegar a fin de mes y aquí con uno es suficiente, nos da para vivir bien y cómodamente", revela Andrés.
Además, añade, "allí la vivienda está super cara, nosotros pagábamos unos 1.200 euros y en Corullón por 380 euros tenemos una casa y encima más amplia".
"Llegó un momento en el que nos dimos cuenta de que necesitábamos tiempo, tranquilidad, paz, un futuro mejor para nuestra hija y, en definitiva, una mayor calidad de vida". Así, se pusieron a buscar opciones hasta que de pronto dieron con el proyecto Repuebla de la Diputación de León.
Una iniciativa que tiene como objetivo facilitar la llegada de nuevos pobladores a la provincia para favorecer su desarrollo y frenar el problema de la despoblación.
"Yo buscaba alternativas, pero en muchos sitios para poder alquilar una casa necesitábamos un contrato de trabajo, entonces estábamos maniatados. Pero un día vi este proyecto en redes sociales. Enviamos el formulario, nuestro currículum y nuestros datos y en ocho días nos llamaron. Fue super rápido", revela.
Y así es como el pasado mes de agosto Andrés, Lizhet y la pequeña Lauren iniciaron una nueva vida en Corullón. Un pueblo al que también se han mudado con la madre de él, María Eugenia, quien reside en España desde hace aproximadamente cinco años.
"Estamos súper contentos porque aquí nos han recibido con los brazos abiertos y los vecinos siempre están dispuestos a ayudarnos", destaca Andrés.
La familia ya está empadronada, tiene una casa "muy barata, bastante amplia y con habitaciones y espacio para todos", que han conseguido por "un golpe de suerte" a través de Repuebla y gracias a "una vecina que tenía una vivienda cerrada y accedió a alquilárnosla".
También trabajo en la residencia de mayores del pueblo. "Necesitaban personal y como estamos cualificados y tenemos experiencia, nos han contratado", señala.
A Lauren la han matriculado en el colegio del municipio. Y no solo eso, sino que al escolarizarla la familia ha conseguido evitar el cierre del aula de tres a seis años del centro educativo.
"La niña está super contenta, motivada y muy integrada, todos los días dice que quiere ir al cole", confiesa Andrés. "Además, creemos que la educación en un pueblo es mucho mejor porque la atención es más personalizada y los alumnos aprenden más", apunta.
Por su parte, María Eugenia está haciendo los trámites necesarios para poder trabajar, preferiblemente, como peluquera, por ser la profesión en la que más experiencia tiene.
Y con todo ello, Andrés afirma: "Estamos felices, agradecidos y muy contentos de haber tomado esta decisión". La que define como "la mejor que podríamos haber tomado".
Así, aprovecha la ocasión para animar a más personas a que se muden a los pueblos y, en concreto a la zona de El Bierzo, puesto que esta "es muy hermosa". "Los pueblos lo necesitan y aparte de eso, permiten una vida mucho más saludable y más tranquila", concluye.
