El responsable de seguridad del pozo Emilio del Valle, en Pola de Gordón, David Toribio ha afirmado este lunes en el juicio por la muerte de los seis mineros de la Hullera Vasco Leonesa que la tragedia era "imprevisible e inevitable" y que no había recibido ningún tivo de denuncia previa de los trabajadores sobre si se habían encontrado problemas de seguridad en el taller donde ocurrió la tragedia.

Toribio se encuentra entre los 16 acusados por este siniestro, que también provocó ocho heridos. Un grupo que está formado por directivos, consejeros, vigilantes y personal técnico de la Hullera Vasco Leonesa, la empresa que se encargaba de explotar la mina. La Fiscalía solicita para cada uno de ellos una pena de tres años y medio de cárcel por un delito de homicidio imprudente, según informa EFE.

De la misma manera, acusa a la propia sociedad como responsable civil subsidiaria y a la compañía aseguradora HDI como responsable solidaria y directa, además de reclamarles indemnizaciones de más de dos millones de euros.

[Declaración del director de la mina]

En lo que respecta a las acusaciones particulares, estas elevan la petición de pena a seis años y medio, que es el máximo previsto en ese caso. Las defensas, sin embargo, piden la libre absolución de los acusados porque entienden que no tuvieron responsabilidad alguna en el siniestro.

Toribio, que es ingeniero superior, ha matizado, contradiciendo a la Fiscalía y a las acusaciones particulares, que en ningún momento percibió nada extraño ni anormal en el taller en el que se registró el trágico suceso, situado en el macizo número siete de la explotación. Asimismo, añade que nadie le comunicó nada en este sentido en días anteriores.

El jefe de Seguridad ha reiterado que su labor consistía en revisar los libros de ventilación y seguridad, además de recibir la información que comunicaban los vigilantes para comprobar que había condiciones óptimas para poder extraer el mineral. 

La declaración de David Toribio ha superado las cuatro horas y ha aclarado que el libro de vigilantes de todos los turnos en el pozo Emilio del Valle señalaba que "todo estaba normal".

De la misma forma, ha subrayado que "todos los informes coinciden" en que el siniestro se produjo por un "desprendimiento instantáneo de metano", que es algo que "no se puede prever y contra el que no se puede hacer nada". De la misma forma, ha añadido que la "única forma" de haberlo evitado era "cerrando la mina".