El Grupo Municipal de Unión del Pueblo Leonés en el Ayuntamiento de León, al que se ha sumado Podemos Equo, ha presentado una moción para su debate en el próximo pleno a celebrar el día de mañana en la que insta al equipo de gobierno a iniciar los trámites para el hermanamiento con las capitales de las provincias de Zamora y Salamanca, de tal manera que estarían hermanadas las tres ciudades principales de la Región Leonesa.

El hermanamiento entre ciudades es un concepto que trata de fomentar el contacto humano y los enlaces culturales. Las ciudades de la Región Leonesa cuentan con una historia conjunta que conforma lazos invisibles que sustentarán un establecimiento de forma oficial de vínculos culturales y de apoyo entre las tres capitales, unificando fuerzas para sacar adelante una región fuerte desde el punto de vista económico y cultural, así es como justifican los leonesistas esta iniciativa.

Así justifica UPL su moción al Ayuntamiento de León:

La Región Leonesa es una región histórica de España conformada tras la división territorial en el año 1833, año en que León, Zamora y Salamanca quedaron agrupadas sin operatividad administrativa, hecho que se modificó durante la época de la República, cuando se concedió a la región la posibilidad de elegir un juez propio en el tribunal de garantías constitucionales, posibilitando dotar a la región de su primer estatuto de autonomía propio, lo cual quedó pendiente tras el estallido de la Guerra Civil y la posterior dictadura.

Tras la muerte de Franco y el inicio del proceso de descentralización iniciado por el gobierno, las tres provincias fueron integradas, sin una consulta previa, dentro de un ente preautonómico junto a las provincias de Castilla La Vieja, para terminar consolidada en 1983 la comunidad autónoma de Castilla y León con nueve provincias, las tres de la Región Leonesa y seis castellanas.



Los orígenes de la Región Leonesa se encuentran en el antiguo Reino de León, surgido en el siglo X, como sucesor del Reino de Asturias, pasados tres siglos, pasó a formar parte de la Corona de Castilla, junto con otros reinos, manteniendo sus Cortes propias e independientes de Castilla hasta 1348, fecha en la que se unifican las leyes de todos los reinos de la Corona por Alfonso XI. Posteriormente se han ido sucediendo a lo largo de la historia procesos siempre encaminados a lo que conocemos hoy como León, Zamora y Salamanca, o Región Leonesa, si bien en la actualidad la división territorial en comunidades autónomas incluye estas tres provincias dentro de la comunidad autónoma birregional: León Y Castilla.



A pesar del paso del tiempo y de las ingentes cantidades económicas invertidas desde el gobierno de la Junta de Castilla Y León en generar un sentimiento de pertenencia a Castilla, desde la Región Leonesa el sentimiento no fructifica y no echa raíces, es más, es cada vez más fuerte y más extendido el sentimiento de la creación de una comunidad autónoma nueva, la número 18 conformada por las tres provincias de la Región Leonesa, León, Zamora y Salamanca.



Los años de funcionamiento de la comunidad autónoma que soporta esta región han puesto de manifiesto lo que las estadísticas reflejan un año tras otro, y es que hay un desequilibrio interterritorial dentro de la propia comunidad, resultando que la Región Leonesa está sufriendo graves perjuicios, desde el punto de vista económico, cultural y demográfico, aparte del agravio comparativo que supone que la Región Leonesa no se constituyera en comunidad autónoma como lo hicieron otras regiones históricas e incluso otras sin historia ninguna también se han constituido en comunidad autónoma.



Una comunidad autónoma de doble velocidad en la que la identidad leonesa también sufre los embites de una fundación creada específicamente para la la creación de un sentimiento artificial que no termina de encajar.