Un hombre de 65 años cuya identidad responde a las iniciales C.R.S. ha sido investigado por la Guardia Civil como presunto autor de un delito con la flora y la fauna por captura con medios no selectivos de jilgueros silvestres, una especie protegida denominada 'carduelis carduelis', según informa Europa Press.

Según informa el Instituto armado, los hechos ocurrieron hace varios días en una localidad de Las Merindades donde una patrulla del SEPRONA sorprendió en un paraje de esta comarca a una persona en actitud sospechosa, por lo que fue identificada y registrada la mochila que portaba, lo que permitió descubrir una jaula de reducidas dimensiones y en su interior cinco ejemplares vivos de jilguero silvestre cuya titularidad y procedencia no pudo demostrar.

Entre otros objetos también había una red de plástico, una caja con varias varetas finas algunas aún impregnadas en liga (sustancia pastosa adhesiva), gomas elásticas, un destornillador, una funda verde camuflaje que contenía un reproductor de cantos de pájaros con 99 canales, una pila, pegatinas numeradas, tijeras de poda, una sierra, dos botes de liga, otros dos de una sustancia aceitosa para eliminar el adhesivo y guantes impregnados en este pegamento.

Acababa de atrapar a los animales

Las pesquisas realizadas por los agentes permitieron aclarar que la persona acababa de atrapar estos fringílidos en un lugar cercano, que carecía de la debida autorización y que lo había hecho mediante métodos no selectivos y con artes prohibidas como son el uso del reclamo y la liga para su captura.

Los métodos de captura fueron aprehendidos en tanto que las aves fueron entregadas en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres en Burgos. La Guardia Civil ha informado de que los animales fallecieron finalmente y las posibles causas -según necropsia realizada- fueron el estrés y hacinamiento al que fueron sometidas.

Según ha recordado la Guardia Civil, el silvestrismo es una afición que engloba la captura y cuidados en cautividad de ciertos pájaros de campo -atrapados en estado silvestre-, pertenecientes a la familia de los fringílidos, con el objeto de su adiestramiento al canto, "el motivo por el que la persona investigada capturó los jilgueros", apuntan las mismas fuentes.

Desde el Instituto armado recuerdan también que toda persona que pretenda realizar esta actividad debe contar primero con las autorizaciones pertinentes, llevar un registro documental y usar medios que no dañen al animal, siendo ilegal el uso de artes prohibidas. Estos hechos están regulados en la preceptiva Orden de Medioambiente de la Junta de Castilla y León y están tipificados como delito en nuestro Código Penal.