Publicada
Actualizada

Desde hace años, el abulense Manuel Ventero, ha presenciado la grabación de los mensajes navideños del rey. Conoce como pocos la escenografía del poder simbólico y el peso de cada palabra.

Ventero ha desarrollado una larga carrera en medios públicos y gabinetes institucionales, y conoce como pocos la escenografía del poder simbólico, la arquitectura del mensaje y el peso de cada palabra cuando habla el jefe del Estado.

Es periodista y autor de obras como Los mensajes de Navidad del Rey, Damas y Reinas, o esta última publicación titulada Felipe VI. ¿Qué significa reinar sin gobernar? 

Un libro que lanza una pregunta directa al corazón del sistema parlamentario español y responde con una defensa razonada del papel institucional de la monarquía.

Pregunta: ¿Por qué ahora este libro?

Respuesta: Me estremezco cada vez que escucho frases como “el rey tiene que plantarse” o “dar un puñetazo en la mesa”. También cuando se dice “para eso es el jefe del Ejército”. Es urgente explicar cuál es el verdadero trabajo de un rey parlamentario: uno que no gobierna, pero reina con un peso institucional inmenso. Porque lo que hace el rey es mucho, y muy importante.

“Me duele España”

El tono de preocupación que recorre el libro es evidente. Ventero no esconde su malestar con la degradación política y el desapego institucional que percibe en buena parte de la sociedad.

Me duele España, como decía Unamuno. Vivimos en una democracia que no se hereda: se conquista cada día. Fortalecer las instituciones es la única forma de protegernos de políticos incompetentes o deshonestos. Montesquieu y los ilustrados defendieron el conocimiento como antídoto frente a la ignorancia y la tiranía. Hoy necesitamos recordarlo, explica.

El periodista recuerda que, en los últimos 200 años, España ha transitado por repúblicas fallidas, dictaduras y guerras civiles. La actual monarquía parlamentaria, nacida de la Transición, es fruto de un acuerdo amplio y maduro, que no debería darse por hecho.

“La Constitución del 78 nos ha dado la etapa más larga de estabilidad democrática. No fue perfecta, pero sí generosa. Por eso debemos protegerla. Los jóvenes necesitan conocer esa historia para entender el presente”.

El 3 de octubre y otros momentos clave

Para Ventero, hay dos fechas que definen el papel histórico de la monarquía reciente: el 23F con Juan Carlos I, y el 3 de octubre de 2017 con Felipe VI.

En palabras de Manuel Ventero, ese día, Felipe VI se apostó la Corona a una carta llamada España. Se dirigió a la nación sin uniforme militar, con traje civil, pero con la firmeza de quien defiende el orden constitucional.

Su mensaje dio esperanza a millones de españoles, especialmente en Cataluña, y reforzó el papel moderador del rey. Fue su momento más comprometido.

Un símbolo útil y pedagógico

¿Y cómo se mantiene vigente una institución como la monarquía en el siglo XXI? Ventero tiene clara la respuesta:

El rey está desposeído de poder, pero tiene algo que ningún político puede igualar: auctoritas. No representa un partido, representa al conjunto. Y eso lo convierte en símbolo. Pero para que se entienda, sobre todo entre los jóvenes, hace falta mucha pedagogía. La monarquía sobrevivirá si es útil, ejemplar y empática. Y los reyes lo saben.

Cita incluso un ejemplo reciente: la visita de los reyes a las víctimas de la DANA en Paiporta. “Escucharon, acompañaron, consolaron. No hicieron política: fueron útiles”, recuerda.

Sobre los discursos navideños y el estilo de Felipe VI

Manuel Ventero ha estado presente durante años en las grabaciones de los mensajes navideños del rey. Esa cercanía le ha permitido analizar la evolución del estilo y la relevancia de esos discursos.

Para Ventero, los discursos navideños del rey cumplen una función que va más allá del protocolo:

Los mensajes navideños no están en la Constitución, pero ya son costumbre constitucional. Los de Felipe VI son más contenidos, más ajustados a la Carta Magna y más conectados con la España de hoy. Son discursos que ejercen una función simbólica, pero también institucional.

“Una monarquía sin estridencias y con templanza”

A lo largo de la conversación, hay una idea que Ventero repite con admiración: la templanza del actual monarca.

“Felipe VI representa una monarquía sin estridencias. Está donde tiene que estar: por encima del ruido partidista. No opina, pero su presencia da estabilidad. Su estilo se basa en el compromiso, la neutralidad y la ejemplaridad. Esa templanza es un activo para el sistema democrático”.

Los desafíos que vienen

Para el periodista y escritor, los próximos años no serán fáciles. Asegura que estamos viendo una degradación institucional preocupante, una polarización extrema y una desafección ciudadana.

“En este contexto, el rey tendrá que redoblar esfuerzos, de forma siempre discreta, para fomentar la concordia. No es fácil, pero es su papel”.

Pregunta: ¿Y qué debe sentir un lector joven al cerrar el libro?

Respuesta: Que entienda de dónde venimos y por qué la democracia que disfrutamos no es eterna. Que sepa que las instituciones hay que cuidarlas. Que la separación de poderes no es un lujo, es la base de la libertad. Y que, si la monarquía parlamentaria sigue siendo útil y ejemplar, merece seguir siendo parte de nuestra democracia.

Consciente del papel simbólico y real de la monarquía en una democracia madura, Manuel Ventero no propone una defensa ciega del sistema, sino una invitación a entenderlo mejor.

Su nuevo libro, Felipe VI. ¿Qué significa reinar sin gobernar?, no busca convencer, sino contextualizar. En un tiempo de ruido y polarización, el autor apela a la reflexión, la pedagogía institucional y la memoria histórica para comprender qué significa, hoy, ser rey de todos sin ser de nadie.

Noticias relacionadas