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Castilla y León ha experimentado un leve crecimiento demográfico durante el tercer trimestre de 2025, con un aumento del 0,23 % respecto al periodo anterior, lo que equivale a 5.472 habitantes más, según los datos provisionales de la Estadística Continua de Población (ECP) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Con ello, la Comunidad alcanzó los 2.412.242 habitantes a 1 de octubre de este año; sin embargo, hay varias capitales de provincia que siguen retrocediendo en lo que va de año y peor aún, si se mira en los últimos 25 años.

Este incremento, aunque modesto, se sitúa por encima de la media nacional, ya que el conjunto del país registró un crecimiento del 0,21 %, hasta alcanzar los 49,4 millones de habitantes.

Durante el tercer trimestre, todas las comunidades autónomas, así como Ceuta y Melilla, vieron aumentar su población. Los mayores avances se registraron en la Comunidad Valenciana (0,4 %), Aragón (0,36 %) y Castilla-La Mancha (0,34 %). En el extremo opuesto, Andalucía (0,06 %), Ceuta (0,06 %), Madrid (0,09 %) y Extremadura (0,11 %) mostraron incrementos más moderados.

En el caso de Castilla y León, el crecimiento interanual (de octubre de 2024 a octubre de 2025) fue del 0,69 %, lo que supone 16.544 habitantes más.

Aun así, este avance es inferior al nacional, que se situó en el 0,96 % con 474.454 nuevos residentes en España.

León, Salamanca y Zamora, a la cabeza de la pérdida

Pese a la leve recuperación regional, las capitales de provincia castellanas y leonesas continúan perdiendo habitantes, en línea con la tendencia de las últimas décadas.

De hecho, León, Salamanca y Zamora se encuentran entre las ciudades españolas que más población han perdido en 2025 respecto al año anterior.

León acumula una pérdida del 11 % en los últimos 25 años y sigue en descenso entre 2024 y 2025.

Salamanca retrocede un 8,9 % respecto al inicio de siglo, con una tendencia negativa reciente.

Zamora ha caído un 8,7 %, continuando su bajada año tras año.

También retroceden Valladolid (-6,1 %), Palencia (-5,0 %) y Segovia (-4,9 %).

Crece la población extranjera

El dinamismo demográfico en Castilla y León se explica casi exclusivamente por la llegada de población extranjera.

Según el INE, la población con nacionalidad española se redujo ligeramente, un 0,01 % (255 personas menos), hasta los 2.194.682 habitantes, mientras que la de origen extranjero aumentó un 2,68 %, alcanzando los 217.060 residentes, es decir, 5.677 personas más.

En conjunto, el número de hombres se sitúa en 1,18 millones, frente a 1,22 millones de mujeres, manteniendo la tendencia histórica de ligera mayoría femenina en la Comunidad.

Este leve repunte trimestral no logra revertir el reto demográfico estructural que enfrenta Castilla y León, como se puede comprobar en los últimos años, marcado por el envejecimiento, la baja natalidad y la fuga de jóvenes hacia otras regiones más dinámicas.