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El Partido Popular calienta motores en su carrera para desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa y Castilla y León podría no ser la primera parada en solitario para lograr ese objetivo. Los movimientos se suceden y los populares se plantean la posibilidad de activar un 'superdomingo' electoral que podría suponer una auténtica encerrona para Sánchez, solo un año antes de las generales.

La cumbre del pasado fin de semana en Murcia, en la que el PP impulsó su nuevo ideario, recogido en la Declaración del mismo nombre, y una coordinación de políticas entre los líderes autonómicos, con el objetivo de ser punto de partida para la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la Moncloa, podría desembocar en una serie de adelantos electorales que tendrían su eco en Castilla y León.

Otras comunidades en las que el PP gobierna en minoría, y donde también gobernaron en coalición con Vox como Extremadura, Baleares o Aragón se están planteando activar el botón electoral si la formación de Santiago Abascal mantiene el pulso en los presupuestos y les deja en situación de debilidad, cuando aún queda más de año y medio para los próximos comicios en esos territorios.

A ese adelanto podría sumarse también Andalucía donde las elecciones están previstas para el mes de junio donde Juan Manuel Moreno goza de una mayoría absoluta que tiene intención de mantener. Moreno es consciente de que el influjo de una campaña conjunta centrada en la oposición a Sánchez podría favorecerle y evitar que el crecimiento de Vox truncase sus planes.

Ese 'superdomingo' electoral, que tendría lugar en marzo, supondría que las elecciones de Castilla y León, previstas para ese mes, no se celebrarían en solitario, como las anteriores de febrero de 2022, sino acompañadas por otras tres o cuatro convocatorias. Una situación que reforzaría al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que evitaría que el foco se centrase en su figura.

El anhelo de Mañueco

El presidente de la Junta es consciente de que acudir a las urnas acompañado de otros líderes autonómicos en su misma situación −dirigentes que gobernaron con Vox, fueron abandonados por el partido de Abascal y han visto inviable aprobar presupuestos− podría reforzarlo y permitirle formar parte de una campaña global que se interpretase como aperitivo de las generales.

Esa campaña del 'superdomingo' en Castilla y León, Extremadura, Baleares, Aragón y Andalucía estaría unificada y se centraría en la oposición al Gobierno de Pedro Sánchez, un campo en el que Mañueco tendría mucho que ganar como adalid de la oposición a los, a su juicio, "ataques" del Ejecutivo central a la Comunidad, como la financiación singular de Cataluña.

Además, esa convocatoria conjunta favorecería una mayor movilización del electorado, algo que también beneficiaría al presidente de la Junta, dando a los comicios autonómicos una dimensión nacional, por lo que se vería arropado en la campaña por dirigentes de primer nivel del partido.

El 'superdomingo' relajaría, por otro lado, la presión sobre Mañueco por ver cuál será su postura frente a Vox en caso de tener que pactar de nuevo y la unidad de acción con otros gobiernos que han vivido la salida de la formación de Abascal le reforzaría frente a Vox, que, además, aún no cuentan con candidato.

A Mañueco, pues, le beneficiaría la convocatoria de un 'superdomingo' electoral que aumentaría sus posibilidades de acercarse a la mayoría absoluta, lastrada por la división de la derecha desde la irrupción del partido de Abascal. Una convocatoria conjunta que dejaría las de Castilla y León como unas elecciones más dentro de la estrategia del PP para recuperar el poder en España.

El temor de PSOE y Vox

La segunda y la tercera fuerza de la Comunidad, PSOE y Vox, en cambio, temen ese 'superdomingo' y preferirían que la convocatoria electoral en Castilla y León se produjese en solitario. Los socialistas tienen el objetivo de acabar con 40 años de dominio del PP y, para lograr ese propósito, su intención es centrar la campaña en la gestión de la Junta de los incendios de este verano.

Por el contrario, si finalmente se convocan cuatro o cinco elecciones a la vez, y el foco se desvía al Gobierno de Pedro Sánchez, el PSOECyL tendrá mucho que perder y se verá más obligado a lidiar con los escándalos del partido y del Ejecutivo a nivel nacional frente al bloque unitario conformado por todas las comunidades populares que celebrarían comicios a la vez.

Por su parte, Vox es una formación absolutamente dependiente del hiperliderazgo de Santiago Abascal y su presencia durante la campaña de Castilla y León sería de vital importancia para que el partido aspirase a mantener o mejorar sus resultados en los próximos comicios.

Si se celebran elecciones en otras comunidades, Abascal, y el resto de dirigentes de la formación, se verían obligados a repartirse entre los diferentes territorios, disminuyendo, por ende, su presencia en Castilla y León, en la que el partido aún no cuenta con candidato y confía en su marca y en esa presencia de su presidente nacional.

Además, el hecho de que en varias de las comunidades en las que tendrían lugar los comicios Vox abandonase los ejecutivos de forma unilateral, y haya contribuido a bloquear los presupuestos en todas ellas argumento que usarían los barones populares para justificar el adelanto podría obligarlos a defenderse de un auténtico asedio del PP, que les recriminaría ese abandono.

Movimientos en las comunidades

Mañueco está expectante y a la espera de lo que finalmente decidan sus compañeros en el resto de comunidades.

En Extremadura, María Guardiola anticipó hace 48 horas que convocará elecciones anticipadas en Extremadura si Vox no le aprueba los Presupuestos de 2026. Y según ha podido saber este diario, el mismo escenario se baraja ya en el despacho de Jorge Azcón, en Zaragoza, y en el de Marga Prohens, en Palma.

Ahora, sólo la Comunidad Valenciana, de Carlos Mazón, y la Región de Murcia, presidida por Fernando López Miras, han logrado pactar sus cuentas públicas para el año que viene. Y el de Extremadura ha sido sólo el primer Gobierno que ha hecho pública la amenaza: "Sin Presupuestos, vamos a las urnas".

En Baleares, la negociación aún no ha llegado a la ruptura. Pero fuentes cercanas a la presidenta autonómica confirman que Vox está forzando "enfrentamientos absurdos" y rompiendo acuerdos. En Aragón, el presidente Azcón se ha negado a aceptar las condiciones presupuestarias impuestas por Alejandro Nolasco, líder de Vox en la región.

La incógnita de las generales

Pero también existe una posibilidad que haría que ese 'superdomingo' fuese aún más determinante políticamente a nivel nacional, y es que Pedro Sánchez adelantase también las generales al mes de marzo de 2026, por interés táctico o forzado por las investigaciones judiciales por corrupción que lo cercan.

Una opción que para Mañueco sería aún más beneficiosa al poder centrar la campaña en poner en valor los logros de su mandato al frente de la Junta con las últimas medidas puestas en marcha frente a la parálisis del gobierno de Sánchez, cercado por los casos abiertos de corrupción en torno a su círculo más cercano, tanto familiar como político, y el chantaje de Junts.

El mismo presidente que nombró a dedo al candidato del PSOE, Carlos Martínez, que tendrá un gran hándicap para defender su propuesta de cambio.

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