Castilla y León atraviesa uno de los veranos más devastadores en materia de incendios forestales. En los últimos quince días, las llamas han arrasado más de 4.000 hectáreas en Ávila, más de 7.000 en León y 3.000 en la Montaña Palentina.
La provincia de Zamora, la más castigada, ha visto cómo el incendio de Molezuelas de la Carballeda ha calcinado más de 30.000 hectáreas entre Zamora y León, mientras continúa activo el de Puercas. Miles de personas han tenido que ser evacuadas, varias han resultado heridas y tres han perdido la vida: Emilio, Abel y Jaime.
Ante esta situación, Ecologistas en Acción Castilla y León ha exigido un "cambio radical" en la política forestal, un mayor compromiso con la acción climática y medidas para combatir el abandono rural.
Según la organización, la combinación de cambio climático, acumulación de combustible vegetal e igniciones humanas, descrita en un informe del CSIC, está provocando incendios cada vez más frecuentes y virulentos.
“Poner en marcha políticas de acción climática también es luchar contra los incendios. Más temperatura son más incendios, más tierra quemada, más personas en peligro”, subrayó la portavoz Nuria Blázquez.
La ONG ha criticado la gestión forestal de la Junta de Castilla y León y ha señalado que el abandono rural ha eliminado los paisajes en mosaico, que antes actuaban como cortafuegos naturales. “Mientras los bosques se vuelven masas homogéneas, no se toman medidas para reducir el combustible vegetal de forma estratégica”, denunció el activista Manuel Martínez.
Desde León, David Acebes lamentó que “es intolerable que las llamas lleguen a los pueblos” y reclamó planes de autoprotección y gestión en las zonas de interfaz urbano-forestal.
Condiciones laborales y críticas a la Junta
Ecologistas en Acción ha mostrado su agradecimiento al operativo de extinción y ha reclamado la dignificación de sus condiciones laborales. Acebes denunció contratos precarios, falta de formación, jornadas extenuantes y el rechazo de PP y Vox a la ley del bombero forestal.
Además, criticó la retirada de torretas de vigilancia en favor de cámaras, “a pesar de las dificultades que esto supone”.
La organización acusa al consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, de presumir del operativo mientras responsabiliza de los incendios a “terroristas ambientales” y “ecologismos radicales”, y se suma a las peticiones de dimisión por su “incapacidad” para mejorar la gestión forestal.
