Castilla y León afronta una de sus jornadas más críticas del verano, con 18 incendios forestales activos este viernes, nueve de ellos en el nivel 2 del Índice de Gravedad Potencial (IGR) y tres en nivel 1.
El más preocupante se sitúa en la zona fronteriza de Sanabria con Ourense, donde varios focos permanecen fuera de control y han obligado a desalojar cinco poblaciones.
El incendio de Sanabria, catalogado como de nivel 2, mantiene bajo amenaza a las localidades zamoranas de Castromil, Porto, Villanueva de la Sierra, Bajacoba y Pías. Durante la noche, los trabajos se centraron en impedir que las llamas alcanzaran las viviendas, en un operativo que moviliza a medios terrestres y aéreos.
En la provincia de Zamora, otros dos incendios de nivel 2 complican la situación: el declarado el domingo en Molezuelas de la Carballeda, que saltó a territorio leonés, y el registrado el lunes en Puercas.
En León
Pese a la gravedad en Zamora, es León la provincia más castigada por las llamas, con cinco incendios en nivel 2. Tres de ellos se mantienen activos desde el pasado viernes 8 de agosto: Fasgar (probablemente originado por rayos), Anillares del Sil (Vega de Espinareda) y Llamas de la Ribera, todos bajo investigación.
A estos se suman el incendio de Yeres, que amenaza el entorno histórico de Las Médulas desde el sábado, y el de Barniedo de la Reina, en Riaño, iniciado el jueves.
La lista de siniestros graves se completa con el fuego de La Alberca, reavivado el miércoles y que obligó a confinar a la población y evacuar a turistas, aunque la situación quedó controlada por la tarde.
En nivel 1, permanecen activos el incendio de Orallo (Villablino, León), vinculado a rayos; el de Resoba (Palencia), que llegó a confinar Lebanza y El Campo; y el de La Uña (León), que ascendió a este nivel en la mañana del viernes.
Además, se registran otros seis incendios activos: tres en León (Castrocalbón, Los Barrios de Luna y San Feliz de las Lavanderas), dos en Salamanca (El Casarito y Gallegos de Argañán) y uno más en Zamora (Porto).
Las autoridades insisten en la prudencia y en evitar cualquier actividad de riesgo en zonas rurales, mientras se mantiene desplegado un importante operativo para intentar frenar el avance de las llamas en una región que, día a día, ve crecer el balance de hectáreas arrasadas.
