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Seguro que has padecido en alguna ocasión el famoso atasco que se hacía en Torrelavega tras un día veraniego en Cantabria. Pues bien, el eterno cuello de botella en las carreteras del verano cántabro ha llegado a su fin.

Torrelavega, epicentro habitual de los atascos que sufrían miles de conductores procedentes de Castilla y León rumbo a las playas de Cantabria, estrena desde este lunes una solución largamente esperada.

Así, el nuevo nudo de comunicaciones entre las autovías A-8 y A-67 ha entrado en funcionamiento.

La infraestructura, considerada una de las obras públicas más importantes de los últimos años en la región por la complejidad de su diseño, supone un hito clave para la movilidad en el norte de España.

Con una inversión cercana a los 160 millones de euros, el proyecto ha permitido construir un tramo de 2,5 kilómetros entre Sierrapando y Barreda que da continuidad a la A-67 sin necesidad de incorporarse a la A-8 en el conflictivo cruce de Torrelavega.

El nuevo ramal está diseñado para absorber con mayor fluidez los más de 54.000 vehículos que circulan a diario por este punto, donde tradicionalmente se concentraban retenciones kilométricas durante los fines de semana y periodos vacacionales, sobre todo por el tránsito de vehículos entre la Meseta y la costa cántabra.

"Un alivio fundamental"

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, destacó el impacto estratégico del proyecto en su cuenta de X: "Este vídeo explica de forma magnífica la complejidad e importancia de la obra inaugurada hoy en Cantabria. El denominado ‘Nudo de Torrelavega’. Un alivio fundamental para la circulación en ese punto neurálgico de comunicaciones por carretera".

Momento de la inauguración

A lo que añadió: "Jornada histórica en Cantabria. Ponemos en servicio el nuevo nudo de Torrelavega tras una inversión de 160 millones de euros. Mejoramos la fluidez del tráfico con un nuevo ramal que continúa la A-67 y la remodelación de los enlaces de Sierrapando, Barreda y Torrelavega."

También la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, subrayó el valor de la infraestructura para la conectividad regional y la seguridad vial: “El nuevo nudo elimina un punto negro histórico de la circulación en Cantabria y refuerza la conexión con la Meseta”, afirmó.

Con la entrada en servicio de esta nueva conexión, Cantabria y Castilla y León quedan unidas de forma más directa y sobre todo sin atascos.