La Federación de Servicios de CC.OO. en Castilla y León ha salido al paso de las recientes declaraciones del empresario hostelero vallisoletano Óscar Garrote, y de otros representantes del sector, que responsabilizan a las plantillas y a las ayudas sociales de los problemas que arrastra la hostelería.
El sindicato considera estas acusaciones “injustas, ofensivas y profundamente equivocadas” y rechaza de plano que se criminalice a quienes trabajan en el sector.
“Volvemos a ver cómo se apunta al eslabón más débil: los trabajadores y trabajadoras”, denuncian desde CC.OO. En especial, critican que se ponga en duda el uso de las bajas laborales o incapacidad temporal, un derecho reconocido legalmente.
“La salud no es un privilegio ni una trampa, y muchas de esas bajas están directamente relacionadas con las duras condiciones del propio trabajo en hostelería: jornadas interminables, estrés, lesiones físicas…”, remarcan.
También han querido dejar clara su postura respecto a las ayudas sociales, tachando de “falacia” la idea de que desincentivan el empleo.
“Si hay quien rechaza contratos en este sector, no es por vivir de una ayuda, sino porque se ofrecen empleos precarios, con sueldos bajos, turnos partidos y sin apenas posibilidades de conciliar”, señalan.
CC.OO. acusa al empresariado de “mirar hacia otro lado” y de no asumir su parte de responsabilidad en la falta de personal. “La hostelería necesita una transformación profunda. No se puede seguir funcionando con esquemas del siglo XIX”, advierten.
Entre los puntos que enumeran figuran las largas jornadas sin compensación, la temporalidad, la falta de promoción y la ausencia de medidas reales para retener talento.
El sindicato concluye apelando al diálogo social y a la negociación colectiva como única vía para cambiar el rumbo del sector.
“Estamos dispuestos a construir una hostelería más fuerte, moderna y atractiva, pero no vamos a tolerar discursos que culpen a quienes sostienen cada día con su esfuerzo este sector. Basta ya de excusas y más soluciones”.