La tasa de emancipación juvenil en Castilla y León se situó en el 14,4% durante el primer semestre de 2024, lo que supone un ligero descenso de 0,3 puntos respecto al año anterior, según un informe presentado por el Consejo de la Juventud de Castilla y León. A pesar de algunos avances en empleo, los jóvenes de la comunidad siguen viendo la independencia como una meta cada vez más lejana.
Por provincias, Salamanca registra la tasa más alta, con un 18,5%, mientras que Valladolid y Ávila se sitúan en la parte baja, con solo un 11%.
“Emanciparse se ha convertido en una carrera de obstáculos”, ha afirmado Sandra Amez, presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León. La dirigente ha alertado de que “la juventud abandona la comunidad a razón de 2.000 personas al año”, lo que agrava el problema de envejecimiento demográfico.
Uno de los principales impedimentos para la emancipación es el acceso a una vivienda. El precio del alquiler ha subido un 4,5%, mientras que el de compra apenas ha variado. A pesar de que el salario medio de los jóvenes en la comunidad es de 13.600 euros anuales, alquilar una vivienda representa el 57,5% del salario neto mensual.
De media, un alquiler cuesta 354 euros mensuales, lo que representa el 19% de los ingresos de un hogar joven.
En el caso de un joven con el salario medio, y descontando los gastos básicos como luz, agua o internet, le quedarían apenas 307 euros mensuales para cubrir el resto de necesidades. “Aquí vemos claramente la dificultad”, ha remarcado Amez.
Segovia encabeza el ranking de provincias más caras para alquilar, mientras que Ávila y Zamora son las más asequibles.
Propuestas y advertencias
Desde el Consejo de la Juventud se ha instado a las administraciones a vincular la oferta laboral con la formación educativa local y a crear programas de cesión de viviendas vacías en el medio rural.
Amez también ha pedido establecer un fondo para ayudar a los jóvenes a no destinar más del 30% de sus ingresos al alquiler, así como recuperar oficinas juveniles que sirvan de apoyo e información.
“No nos tenemos que quitar el derecho al ocio ni a participar en la vida política y social. No hay que apretarse siempre el cinturón”, ha reclamado.
El informe también revela que el acceso a la vivienda en propiedad exige, de media, 7,9 años de salario neto anual, lo que sigue siendo una barrera casi insalvable. Además, el 26,5% de los jóvenes está en riesgo de pobreza, una cifra que mejora ligeramente respecto a años anteriores, pero que sigue siendo preocupante.
Fuga de talento
Enrique Cabero, presidente del Consejo Económico y Social, ha valorado el informe como “importante” al poner sobre la mesa las dos claves de la emancipación: empleo y vivienda. “Sin ellas, simplemente, no se puede”, ha sentenciado.
Las dinámicas migratorias dibujan un panorama complejo: mientras el saldo con el extranjero es positivo (7.697 jóvenes), la comunidad sigue perdiendo población juvenil hacia otras autonomías, con un saldo negativo de 2.057 personas.
En definitiva, el estudio subraya que la mejora de algunos indicadores laborales no se traduce en una mayor emancipación, que continúa retrasándose año tras año. La necesidad de invertir en juventud se perfila como una urgencia si se quiere frenar el envejecimiento y la despoblación que afectan a Castilla y León.