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El Grupo Parlamentario Vox en las Cortes de Castilla y León ha registrado este viernes una Proposición No de Ley para que la Junta prohíba la celebración pública de la fiesta musulmana del cordero. "Este tipo de conmemoraciones son ajenas a nuestras tradiciones", han defendido en su argumentación.

En un comunicado remitido a los medios de comunicación, han cargado contra esta festividad donde los corderos son sacrificados "en las calles bajo el rito Halal", tachando estos comportamientos de "incompatibles con la identidad, usos y costumbres españolas".

Al mismo tiempo, la formación ha lanzado una recogida de firmas para "proteger las costumbres propias de España y no importar fiestas ajenas". Todo ello bajo el lema 'Sus costumbres, en sus países'.

Desde Vox han apuntado que la fiesta del cordero implica el "sacrificio masivo" de animales como parte del ritual de "una confesión sin notorio arraigo en España, que nada tiene que ver con nuestra historia ni con nuestras festividades".

En este sentido, han señalado que "más allá de la salvaguardia de la seguridad y de la salud, elementos constitutivos del orden público protegido por la Ley, su desarrollo en suelo español no solo representa un retroceso cultural, sino también un agravio comparativo hacia quienes conservan las tradiciones españolas".

"Mientras los gobiernos locales, regionales y nacionales presumen de una aparente 'neutralidad religiosa', en nombre de una así llamada 'convivencia', se promueve, más allá de la tolerancia, la erosión consciente de nuestras tradiciones, lo que no constituye sino una rendición cultural", han denunciado.

Además, han asegurado que frente a estas "prácticas importadas" a las que "se nos exige acoger sin reservas en nuestro país", son restringidas o prohibidas en sus lugares de origen. Precisamente, han destacado que el Gobierno marroquí "ha limitado la celebración de la denominada fiesta del cordero".

"Es decir, Marruecos restringe sus propias costumbres en su territorio, mientras que en España se promueve su implantación, incluso a costa de vulnerar nuestras leyes, comprometer la seguridad y erosionar nuestras tradiciones", han denunciado.

De esta manera, han cargado contra la "inversión de papeles, en la que nosotros debemos tolerar lo que ellos no consienten en su propio suelo", y han asegurado que "constituye una muestra alarmante de claudicación cultural y de sumisión ideológica".

En su PNL, Vox exige la adopción de siete medidas. La primera de ellas es la prohibición de la fiesta "u otras conmemoraciones similares ajenas a nuestras tradiciones, por tratarse de prácticas incompatibles con la identidad, usos y costumbres de la nación española".

En su segundo punto, piden que la Junta inste al Gobierno de España a impulsar su prohibición pública. Asimismo, exigen que se manifieste su "rechazo a la realización de dicha conmemoración en espacios públicos autonómicos o municipales, por tratarse de una práctica cultural ajena a España".

También solicitan que se impida, en el marco de sus competencias, la consolidación de "prácticas culturales foráneas que no forman parte de la tradición española y que inciden sobre la cohesión social, generando tensiones y conflictos internos, desarraigo y erosión de la identidad nacional".

Además, en su quinto punto de la PNL emplazan a "reivindicar el respeto y la protección de las tradiciones propias del pueblo español en el espacio público frente al avance de costumbres ajenas impulsadas por políticas de cesión ideológica, electoralismo o presión económica".

En cuanto a la jornada de trabajo, jornadas especiales y descansos, que están reguladas por el Real Decreto 2001/1983, de 28 de junio, piden que se garantice la conservación de las fiestas españolas laborales de ámbito nacional.

También que se impulse las "medidas necesarias para recuperar las fiestas propias de nuestra nación de modo que también en el ámbito festivo se reconstruya todo lo derribado: 25 de julio, Santiago Apóstol; 19 de marzo, San José; el Corpus Christi; la Ascensión, 29 de junio, Santos Apóstoles Pedro y Pablo".

Por último, abogan por "promover activamente la gastronomía y carnicería tradicionales españolas frente a la expansión de sellos extranjeros como el halal".

Esto último, "garantizando el derecho de los consumidores a productos arraigados en nuestra cultura alimentaria y apoyando a los productores que defienden nuestras costumbres, en especial locales".