Como si no hubiera pasado nada. Como si todo hubiera sido un sueño (o una pesadilla). Ana Sánchez y Diego Moreno, dos procuradores que habían solicitado su renuncia, ocuparon su puesto en la Mesa de las Cortes en un pleno donde todas las miradas estuvieron puestas sobre ellos.
El circo que montó el PSOECyL la semana pasada con sus dos procuradores rebeldes ha quedado en nada. El relevo de los de la vicepresidencia segunda y de la secretaría primera de las Cortes se coló en la reunión del órgano de dirección de las Cortes de la semana pasada. Una mala gestión de los tiempos del PSOE le ha llevado al límite esta decisión. Ahora, la vida sigue en las Cortes.
Finalmente, el movimiento de recular del PSOE deja todo como estaba, PP y Vox no pueden modificar el equilibrio de poder en la Mesa de las Cortes. Actualmente está compuesta por dos miembros de Vox (Carlos Pollán y Fátima Pinacho), dos del PP (Francisco Vázquez y Rosa María Esteban) y dos del PSOE (Ana Sánchez y Diego Moreno).
Alicia Palomo y para José Luis Vázquez, los otros dos procuradores que estuvieron presentes en el famoso vídeo del micro abierto, también estuvieron presentes e incluso e segoviano tuvo una intervención en una moción desde la tribuna.
Este martes, en la sesión primera, se vio a los dos políticos de la rosa serenos, con risas antes de arrancar pero sin muchos abrazos entre los compañeros. La idea del partido socialista era que ninguno de los dos estuviera ya sentado en lo más alto del hemiciclo, pero las escenas surrealistas que se vivieron durante los días siguientes al ‘microgate’ lo impidió.
No hubo pullas ni comentarios sobre esta situación. Solo un comentario de Mañueco. "En su partido siguen con los líos y con las purgas, hay personas que ya no han podido hacer preguntas y a usted, que ya no tiene a nadie detrás, le queda poco para poder seguir haciendo preguntas", ha zanjado.
La renuncia de Sánchez y Moreno desató un auténtico juego de ajedrez político en la Comunidad, ya que el PSOECyL necesita asegurarse un acuerdo con el Partido Popular que le garantice poder sustituir a sus dos cargos en la Mesa de las Cortes cuando se configure la nueva composición.
Precisamente, el pasado miércoles la todavía vicepresidenta segunda de las Cortes, Ana Sánchez, aseguraba a este medio que había pasado la mañana en la Cámara esperando las órdenes de su partido para renunciar y que estas no se habían producido. Casi una semana después, la zamorana estaba en su puesto, un cargo por el que acumula más de 100.000 euros.
El PSOE dijo que renovaría sus dos puestos en el órgano de dirección del Parlamento regional si no contaba con un “compromiso público y cierto” del presidente Mañueco de aceptar la propuesta del PSOE para facilitar la posibilidad de mantener esos dos representantes.
El presidente, buen estratega, no lo confirmó y encima sembró la tensión entre las filas socialistas al decir que podría presentar un candidato suyo ante la renuncia de Sánchez y Moreno. Carlos Martínez tuvo miedo y decidió recoger cable, para poner fin al circo que ha tenido su nuevo capítulo esta pasada tarde con la presencia de ambos en sus puestos habituales.
La dimisión fallida ha creado expectación en unos futuros escenarios. Los populares pueden jugar con el tiempo y con sus votos. Incluso forzar un acuerdo que incorpore a un representante suyo más, para contar con tres, dejar a Vox con dos y al PSOE con uno. Esto es lo que ha provocado que el PSOE anulara los cambios anunciados en la Mesa de las Cortes.
Por su parte, el tercero en discordia es Vox. El Grupo Parlamentario de Vox ya confirmó hace unas semanas a este medio que su intención es presentar candidatos a ambos puestos y que nunca apoyarían a un candidato socialista.
Y es que, no hay una fórmula matemática como el sistema D’Hondt para asignar puestos en la Mesa de las Cortes, pero los partidos suelen negociar para que la composición de la Mesa refleje la pluralidad de las Cortes.
Lo que provoca que se convierta en todo un zoco. Sin ir más lejos, este pasado lunes Soria ¡Ya¡ desveló que el propio Mañueco le había preguntado al partido soriano por su valoración sobre lo que estaba pasando en la Mesa. Y es que la elección de los miembros de la Mesa de las Cortes se convierte siempre en un juego de ajedrez con estrategias.
Así es la elección
Los miembros de la Mesa son elegidos en la sesión constitutiva de las Cortes. Para la elección de los Vicepresidentes y de los Secretarios, cada Procurador escribirá un nombre en la papeleta y resultarán elegidos los que por orden correlativo obtengan el mayor número de votos.
Tanto unos como otros ejercen las funciones normales de sustitución y asistencia al Presidente, respectivamente.
Antes de la elección, los grupos políticos o coaliciones electorales podrán proponer candidatos para los puestos a cubrir. En ningún caso podrá ser propuesto por cada grupo o coalición más de un candidato para cada una de las votaciones previstas.
Para escoger a los miembros de la Mesa de las Cortes, un proceso que se encuentra regulado en los artículos 33, 34 y 35 del Reglamento de la Cámara.
El procedimiento para la votación se basa en el depósito de papeletas por parte de los procuradores electos en la urna habilitada para la votación.
En este proceso se elegirá, de manera sucesiva y en tres votaciones diferenciadas, al presidente de las Cortes, al vicepresidente y a los secretarios de la Cámara. Antes de la votación, los grupos políticos habrán propuesto a sus candidatos a la presidencia. En esta ocasión, los contendientes fueron la procuradora socialista Ana Sánchez, un procurador del PP y otro de Vox.
Una vez concluidas las tres votaciones, se procederá al escrutinio. Se lee en voz alta el contenido de las papeletas –en las que los procuradores deberán haber escrito el nombre del candidato por el que optan– y las va entregando a uno de los dos secretarios para su posterior comprobación.
Mientras, el otro secretario va anotando los resultados de cada votación, así como todos los incidentes que se pudieran haber producido durante la misma.
Por ejemplo, desde la Mesa se decide las asignaciones e indemnizaciones a percibir por los grupos y procuradores. También es la encargada de fijar el orden del día de los Plenos, establecer el número de Comisiones permanentes legislativas, fijar el número de miembros de cada grupo parlamentario que deberán formar las Comisiones. De ahí su importancia y que todos los partidos quieran tener el control