A pesar de que el tren de borrascas que azotó a Castilla y León durante el mes de marzo dejó imágenes que hubiera sido mejor no vivir, principalmente el desbordamiento de varios ríos, las lluvias también han dejado consecuencias positivas para los embalses del Duero que gestiona la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).
Y es que estos embalses han alcanzado ya el 91,2% de su capacidad. Cifras que están cuatro puntos por encima del año pasado y, lo más llamativo, 10 más que la media de esta última década.
Así lo ha informado la CHD a través de un comunicado remitido a los medios de comunicación, donde ha informado que la reserva hídrica de estos embalses en la Comunidad es de 2.603,1 hectómetros cúbicos.
Dividiendo los datos por sistemas, los del Esla y Órbigo, en la provincia de León (Villameca, Barrios de Luna, Porma y Riaño) se encuentran en el 93,1% de capacidad.
El sistema Carrión, en Camporrenedo y Compuerto (Palencia) está al 96,7% y el del Pisuerga, en Cervera- Ruesga, La Requejada y Aguilar de Campoo (Palencia) al 84,1%.
El sistema Arlanza, en Arlanzón y Úzquiza (Segovia) llega al 89,7% y el del Alto Duero, en Cuerda del Pozo (Soria) tiene un registro del 87,33% de capacidad.
Respecto al sistema Riaza-Duratón y Cega-Eresma, en los municipios de Linares del Arroyo y El Pontón Alto, en la provincia de Segovia, está al 92% de capacidad.
El sistema Cega-Eresma-Adaja, en Castro de Cogotas (Ávila) se dispara hasta el 93,2% de su capacidad y el del Tormes, en Santa Teresa (Salamanca) llega al 91,4%. Por último, el sistema Águeda, en Irueña y Águeda (Salamanca) está al 88,5% de su capacidad.
Durante la última semana, las entradas a los embalses han sumado 69,2 hectómetros cúbicos. Cifras que las lluvias de estas últimas semanas han potenciado hasta alcanzar estos números por encima de la media de estos últimos años.