"No acepto imposiciones, amenazas ni chantajes, ni como presidente ni como representante del Gobierno de Castilla y León". Con estas palabras, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha explicado hoy por qué rechazó las condiciones que el portavoz de Vox, David Hierro, dejó por escrito en el atril de las Cortes. En un gesto claro de rechazo, Mañueco tomó el papel, lo arrugó y lo tiró al suelo.
"No lo considero una propuesta seria ni negociada desde Castilla y León", ha afirmado.
El presidente ha evitado opinar sobre la decisión de su homólogo valenciano, Carlos Mazón, quien sí aceptó las condiciones de Vox. Se limitó a decir que él actúa con responsabilidad como presidente de Castilla y León. Sin mencionar directamente a Vox, criticó a aquellos partidos que, según él, "reciben instrucciones desde Madrid".
Mañueco volvió a invitar a todos los partidos del Parlamento a participar en reuniones para tratar temas importantes para la Comunidad, como los presupuestos, la financiación autonómica, la PAC o la vivienda.