El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha aprovechado su intervención en el congreso de 'La España medieval: un mundo de fronteras territoriales, religiosas y culturales'' para recordar que quien olvida la tradición "está condenado al fracaso y a la irrelevancia" ya que, según ha explicado, han sido las sociedades tradicionales las que "siempre han prosperado más". Ponía de ejemplo Roma, cuando "supo beber" de la filosofía griega, la Inglaterra de los siglos XVII y XVIII, "teniendo instituciones estables", y la de Castilla y León durante los siglos XII y XIII con esas "universidades nacientes, monasterios, parlamentarismo y catedrales que se edificaban en homenaje a Dios". 

"Quienes anhelen destruir la unidad nacional de España tendrán a la Edad Media como enemigo", pronunciaba Gallardo a la vez que explicaba que se deben analizar todas las épocas con "humildad, rigor científico, mente abierta, libertad, sin sectarismo". Y, sobre todo, con el "deseo sincero" de conocer la verdad y no "anticipar" conclusiones o "consumir prejuicios" de otros. 

Desde el punto de vista político admite que observan cómo se acercan a "las realidades históricas" y afirma que es "inevitable" ver que en los poderes políticos se "imprime" un claro sesgo ideológico a cualquier época de la historia, "muchos de ellos traumáticos para la sociedad". Gallardo hacía un repaso por la historia y acusaba a la corriente que ve esta época como un momento "de oscuridad que debe estar aparcada en un cajón". Motivo por el que se preguntaba ¿por qué? y exponía que de todas "hay algo que aprender". 

La Edad Media es un momento en la que España "forja gran parte de la identidad nacional", que se construyó "luchando por la libertad, ampliando las fronteras hacia el sur, expandiendo los horizontes del cristianismo frente al islam, que había invadido la península". Un momento de la historia donde los reinos de Castilla y León vivieron "su mayor esplendor" y en el que se construyeron las catedrales "más bonitas" de la península. 

"Todos aquellos que nos imponen un estilo brutalista, que no va a ser admitido por las nuevas generaciones, desprecian todo lo que se hizo entonces, que era construir edificaciones bellas en homenaje a Dios", apuntaba. No solo eso, sino que añadía que "repudian" este momento de la historia porque es cuando "empezó el parlamentarismo" en las Cortes de León. En definitiva, Gallardo pedía no quitar la vista al porqué la Edad Media ha sido "estigmatizada, caricaturizada por tantos y objeto de la cultura de la cancelación". 

Terminaba con varios mensajes positivos. Por un lado, agradeciendo a los intervinientes, a quienes definía como "gigantes intelectuales" frente a él que se sentía "un enano". Y, por otra parte, al propio congreso celebrado en un espacio "de libertad, sin miedo a la censura y cultura de la cancelación".