Se veía venir y así ha pasado. La situación sigue muy tensa en las Cortes de Castilla y León, y, más aún, después de lo vivido ayer en el Congreso de los Diputados con el famoso 'filoetarras'. Las emociones están muy sensibles y a la mínima se enciende la chispa. Y así ha ocurrido hoy con la PNL presentada por el Grupo Socialista donde se pedía la reprobación al vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, por calificar hace unas semanas al PSOE de “banda criminal”.

Pues bien, el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, ha retirado la palabra al procurador de Unidas Podemos, Pablo Fernández, por denominar a Gallardo "fascista", al que ha calificado de “expresar la ideología fascista que perpetra a diario", "encarnar lo peor de la política", y tacharle de tener "un discurso racista, machista, homófobo, xenófobo y clasista". Pollán le ha llamado al orden por tres veces para que retirara sus palabras. Fernández no lo ha hecho y ha respondido: "Me puede llamar al orden todo lo que quiera” y se ha justificado con un “para mí el fascismo es una ideología política, por lo tanto no retiro lo que pienso”, ha afirmado.

Ante esto, el presidente de las Cortes de la formación Vox ha decidido expulsarle del estrado para debatir esa PNL. “Esto es una vergüenza ¿a ver si no hay ideología aquí ahora?”, ha zanjado el líder de UP. Tras la intervención de Gallardo, el procurador de Ciudadanos, Francisco Igea, pidió la palabra para afirmar que el comportamiento del presidente de la Cámara estaba siendo "vergonzosa" al no ser objetivo y parcial en el cumplimiento del Reglamento. Posteriormente en la siguiente PNL, Fernández ya ha hecho uso de su turno de palabra pero advirtiendo de que es "complicado ejercer el turno de palabra cuando se veta a la democracia".

Ayer Pollán ya retiró del acta de sesión la palabra “fascista” con la que una procuradora socialista denominó al consejero de Industria, Empleo y Comercio, Mariano Veganzones.

Noticias relacionadas