Era un regalo. El ambiente de Pisuerga, el de las grandes citas. Con más de 4.000 almas en el santuario carmesí y con un título en juego, la Copa Princesa que regala un enfrentamiento, a principios de febrero en esta ocasión, entre los dos mejores equipos de la LEB Oro tras finalizar la primera vuelta, caso del CBC Valladolid y el Guipuzkoa Basket.

El baloncesto vuelve a calar en una ciudad en la que siempre ha sido el ojito de derecho de la misma. Un nuevo proyecto encabezado por Mike Hansen, hombre de baloncesto y que ama la ciudad, que poco a poco va dando sus frutos en forma de alegrías y ascensos, quién sabe si este año no tocará el salto a ACB, ritmo lleva.

El choque no arrancó ni mucho menos bien para los de Hugo López, obligado a pedir tiempo muerto a las primeras de cambio y a falta de 7.38 con ese parcial inicial de 0-6 tras la canasta de Murphy. A las ardillas les costó más de tres minutos y medio anotar, tras un triple de Bartley para el 3-8.

Los vascos dominaban el juego en todas sus facetas, en intensidad, en el rebote y a ritmo de triple y con un inspiradísimo Dee se marchaban con el 5-15, diez arriba, ante el silencio de Pisuerga que estaba recibiendo un jarro de agua fría a las primeras de cambio.

Un Hugo López enfadadísimo confiaba en Adekoya que dotó al equipo local de esa chispa y esa fuerza tanto en defensa como en ataque para acercar a los suyos tras cuatro puntos, hasta el 11-17 con el que se llegó al final del primer cuarto.

En el segundo, el conjunto carmesí se enganchó al choque, y de qué manera, contagiando a su afición. Y lo hizo al son de un Bartley que tiró del carro y a ritmo de triple se fue hasta los 12 puntos.

Leimanis también hizo lo suyo. El letón fue poco a poco imponiendo su ritmo y el equipo lo notó. Los de Hugo López, llevados en volandas por su hinchada se marchaban tras los primeros 20 minutos, 29-30, uno abajo pero con un parcial de 18-13 en el segundo.

 

Tras el descanso, los vascos comenzaron mejor y con un gran triple de Dee y dos canastas más pusieron el 30-37, parcial de 1-7 visitante de inicio. Los de Marcelo Nicola Virginio se cargaron rápido de faltas en este tercer cuarto, aún restando 5.39 para el final, sin embargo, un triplazo de Jawara para el 33-44 que obligaba el tiempo muerto local.

Los de Hugo López seguían intentándolo de tres, sin éxito, y buscaban el plan b desde la línea de personal para recortar la ventaja visitante hasta los 8 puntos para el 37-46. Con zona en defensa y sumando desde la línea de personal, los pucelanos se marchaba 11 abajo, 39-50.

Poco a poco se iba esfumando la posibilidad de ganar la copa porque delante, los de Hugo López, tenían un muro y encima no estaban enchufados en ataque.

Bartley volvía a animar al último arreón con una canasta de dos y Leimanis se unía a la fiesta para el 48-54 a falta de 4.30 para finalizar el partido. Pisuerga se enganchaba con un canastón contra tablero de Leimanis para el 55-57 que enchufaba a la hinchada carmesí. 2.35 minutos de éxtasis total y absoluto.

Dos malos ataques con pérdida y un triple fallado por Niksha Federico iba a frustrar las aspiraciones locales pese a ese ataque de orgullo final. Guipuzkoa Basket fue superior y se lleva la copa a tierras vascas por 55-62.

El CBC Valladolid que cae, con la cabeza bien alta y que sigue, eso sí en la primera posición de la LEB Oro, con el sueño intacto del ascenso a la Liga ACB.

GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS: