Salamanca ya celebra sus Ferias y Fiestas en honor a la Virgen de la Vega, patrona de la capital charra. En la víspera de su día grande, tuvo lugar un año más, y ya son treinta y uno, la ofrenda floral organizada por la Asociación del Traje Charro. Multitudinaria, con cientos de personas de los grupos charros de toda la provincia.

La comitiva partió de la iglesia del Arrabal, con presencia del alcalde, Carlos García Carbayo, y miembros de la Corporación municipal de diversos partidos políticos, para dirigirse hacia la Catedral a través del Puente Romano. Mención especial merece la teniente de alcalde, Ana Suárez, que lució ataviada con el traje típico charro. De estreno en la primera fila de autoridades, el nuevo delegado de la Junta de Castilla y León en Salamanca, Eloy Ruiz.

Bellas estampas de la tradición charra al cruzar el río Tormes, pero también al subir Veracruz y pasar junto a la fachada de la Universidad. Una vez en la plaza de Anaya, frente al templo que domina el casco histórico, fue el turno para agasajar con flores a la patrona de Salamanca, pero también llevar a cabo los bailes más típicos del folclore charro, para deleite de los salmantinos y admiración de los visitantes.

Cuenta la leyenda que la Virgen ayudó a los salmantinos y los defendió del asalto de las tropas que querían invadirla en 1706 durante la Guerra de Sucesión Española. La talla de esta virgen, de estilo románico, era la titular del monasterio de Santa María de la Vega, situado en la vega del río Tormes, perteneciente a los canónigos regulares dependientes de los de San Isidoro de León. Ante la ruina de esta iglesia, fue trasladada a otra y más tarde al convento de San Esteban, donde permaneció de 1842 a 1904, que es cuando se instaló definitivamente en el altar mayor de la Catedral Vieja.