Volvía a amenazar con lluvias el cielo gris y la nubosidad densa en la mañana de este Jueves Santo en Nava del Rey. Aún dolía el recuerdo de la suspensión por la lluvia de la procesión del Encuentro en la noche del Miércoles Santo, pero los cuatro caballistas de la Cofradía del Santo Sepulcro no han faltado a su cita, a uno de los momentos más singulares de la Pasión en la localidad.

El Pregón a caballo conecta con la esencia más arraigada de la Semana Santa de Nava, con un espíritu ancestral que se mantiene vigente y reverdece ante el paso del tiempo. En plena vorágine del auge tecnológico, en el mundo de la impaciencia y lo inmediato; el pausado pregón apela al recuerdo de épocas no vividas, al esperar a que la notificación, el anuncio, llegara a la puerta de casa.

Durante más de una hora, los caballistas recorren de punta a punta Nava del Rey, se paran en calles y plazas, ante lugares significativos y siempre con la misión de convocar a los vecinos para rememorar la Pasión de Cristo y acompañar a las cofradías en ritos y procesiones.

Culmina el pregón con la última lectura ante la impresionante iglesia de los Santos Juanes. Allí además se ha sumado, para cerrar el acto, el pregonero de este año en la Semana Santa de Nava del Rey, Alejandro Pino, que se ha dirigido a los vecinos presentes para prolongar y profundizar en ese llamamiento.

Después, las miradas vuelven al cielo, en busca de la clemencia que se ha mantenido durante la mañana, para que respete, al menos, las procesiones de los últimos cuatro días.

Texto íntegro del pregón:

Os convoco, navarreses,

Por medio de este pregón

A rememorar con Cristo

Los ritos de la Pasión

A vivir intensamente

la tarde de Jueves Santo

La ultima cena de Cristo

y su postrero mandato

¡Que os améis unos a otros

como auténticos hermanos!

A recoger su legado

como ultimo testamento

Entregando cuerpo y sangre

como divino elemento

Sobrevenida la noche

tras esta su ultima cena

A recordar el dolor

y amargura de su pena

Os invito a acompañarle

en su ultimo itinerario

al alba del Viernes Santo

en su camino al calvario.

Os convoco, ya en la tarde

a , que con recogimiento

acompañéis silenciosos

su muerte y descendimiento

Y acompañar a María

Patrona de esta ciudad

que en su infinita amargura

se viste de Soledad.

Y el Sábado ya en la noche

con jubilosa emoción

os invito a recordar

su Gloria y Resurrección

Como epílogo os exhorto

a contemplar estos hechos

con ojos de buen cristiano

y de ellos saquéis provecho.