Portugal quiere hacer realidad un deseo que se manifiesta a ambos lados de la frontera del Duero, como es la reapertura de la línea férrea del Tren del Duero, concretamente del tramo entre Pocinho-Barca de Alva, es decir, hasta la frontera con Salamanca por Vega de Terrón. Así, Infra-estructuras de Portugal realiza en este momento el análisis sobre este proyecto, que, según ha podido saber este diario, "deberá estar concluido en el mes de marzo de 2022".

Aseguran estas mismas fuentes del grupo de trabajo, "este tramo tendrá las mismas características que el resto de la línea del Duero". La idea es que el regreso del tren hasta la frontera española sirva también como "presión" para que el país vecino realice su parte y reabra la vía férrea de forma que se pueda proseguir hasta Salamanca, tal como acontecía hasta 1982, cuando fue cerrada definitivamente por el Gobierno de España.

El presidente de la Câmara de Régua y miembro del grupo de trabajo, José Manuel Gonçalves, dice que "independientemente de los resultados del estudio, existe la percepción de que la línea férrea es viable y que esa viabilidad no depende de la ligazón con España". La convicción en el lado portugués es fuerte, ya que resulta del aumento de la demanda del turismo en el valle del Duero, y de la necesidad de dar respuesta a la movilidad de las personas de la región a través de un medio de transporte económico y respetuoso con el medioambiente".

50 millones en Portugal, 119 en España

El grupo de trabajo que definirá el modelo de reapertura del tramo Pocinho-Barca de Alva está coordinado por la CCDR-N e integra autarcas en representación de la Comunidad Intermunicipal del Duero y miembros de la IP. Cuando se constituyó este grupo en mayo del pasado año, la ministra de Cohesión Territorial, Ana Abrunhosa, aseguró que los estudios previos para la reapertura de la línea apuntan a una inversión del orden de los 50 millones de euros. Un estudio de IP (Infraestructuras de Portugal) de 2016, al que en su día tuvo acceso el diario portugués Público, estimaba en 43 millones de euros el montante de esa inversión, a los que había que sumar 119 millones del lado español.

Hay que tener presente, como ejemplo para España, que la reapertura de la línea del Duero hasta Barca de Alva contó con unanimidad de todos los partidos políticos en la Asamblea de la República, que aprobaron una resolución que recogía una petición con 139.999 firmas, que exigía esa reapertura.

 

 

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