Para poner en contexto tan catastrófico temor tengo que hacer mención a varios elementos que han jugado, juegan y jugaran a favor de no parar y definitivamente abocarnos al abismo o mesurar y re direccionar la situación que nos pondría solo al borde; ese equilibrio histérico que con cada proceso electoral en el que los partidos que han gobernado este país sin mayoría parlamentaria se han visto abocados a depender del voto o apoyo de aquellos que nunca han creído en la Constitución, y cuando digo nunca es eso, ¡nunca!.

Un primer elemento ya lo tenemos: el ansiado poder.

Decía Maurice Duverger sobre el poder en su libro (para mí libro de cabecera en lo que al conocimiento y práctica de la política se refiere) “Introducción a la política”. En su entrada al capítulo “los factores de la lucha” escribe: “la contienda política se desarrolla en dos planos: por un lado, entre individuos, grupos y clases que luchan por conquistar el poder, participar de él o influirlo, y por otro, entre el poder que manda y los ciudadanos que lo soportan. En todas las comunidades humanas e incluso en las sociedades animales, el poder ofrece a sus detentadores ciertas ventajas y privilegios: honores, prestigio, beneficios y placeres” Entendemos ahora el por qué.

Y esto vale para otro de los elementos antes mencionados, los partidos políticos de gobierno PSOE, PP/PP, PSOE que por detentar el poder han pervertido de tal manera la acción de la política hasta hacerla una herramienta de lucha y polarización de la sociedad española. Ambos, poco a poco, han permitido que el espíritu de concordia de hermanamiento de sentimiento de comunidad que la Constitución del 78 había conseguido entre todos los ciudadanos, hoy prácticamente, haya desaparecido por las dentelladas que el separatismo y el nacionalismo han ido perpetrado sobre los derechos de todos los ciudadanos. Por el poder se ha permitido que distintos derechos que en la Constitución están recogidos sean hoy menos derechos de y para todos, y sean más, un beneficio de muy pocos.

El tercer elemento en discordia es la existencia de partidos políticos que tienen como fin la ruptura de la unidad del Estado. La capacidad de influenciar en el poder político resultado de una Ley electoral nula por defectuosa ha permitido pervertir la obligación -que los distintos gobernantes que hemos tenido- debían para con la Constitución cuando la juraban defender y hacer cumplir. Poco más puedo decir de este dueto imperfecto para según qué intereses.

El cuarto elemento es la famosa amnistía exigencia de los partidos separatistas -otro muerdo a la Constitución éste mucho más peligroso- en las negociaciones que éstos y el PSOE llevan a cabo por detentar el poder. Es una especie de impunidad e inmunidad ante la más cierta creencia de que volverían a repetir un acto similar como el producido en octubre del año 2017, es que lo llevan como bandera “ho tornarem a fer” lo volveremos a hacer.

La amnistía requiere de una autopsia jurídica para definir concretamente que es y qué efectos produce en el cuerpo jurídico.

Para empezar la amnistía es una herramienta que se utiliza para delimitar la responsabilidades ya sean penales o civiles de bandos que enfrentados deciden entre sí parar la contienda y perdonarse mutuamente los delitos cometidos durante esa contienda. O cuando se produce una cambio de régimen de una dictadura a una democracia como ocurrió, por ejemplo, en España con Ley 46/1977, de 15 de octubre, de Amnistía.

¿Y qué supuso? Supuso, ni más ni menos, que la desaparición la anulación de los delitos, y por tanto, las responsabilidades que hubiera a lugar antes de la promulgación de esa Ley.

Se beneficiaron todos, los crímenes de guerra cometidos durante la guerra civil -que los hubo por ambos bandos- los cometidos durante la dictadura y los cometidos por ETA; tanto es así, que Jordi Evole en el documental "No me llames Ternera", sobre el exdirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, "Josu Ternera" asume su intervención en la muerte en 1976 del Alcalde de Galdakao, inimputable tras la ley de amnistía antes referida.

Entonces qué buscan los separatistas con la petición de la amnistía, condición inexcusable en las negociaciones por el poder: buscan asimilar esa amnistía a un cambio de régimen institucional y constitucional respecto de Cataluña dentro de la Constitución del 78, esa amnistía la utilizarían para defender sus tesis nacionalistas, tras esa amnistía la constitución perdería su valor como referente y como ley de leyes del Estado Español y tras esto vendría, sin ninguna duda, la petición de amnistía de los delitos cometidos por ETA.

Y el quinto elemento es la sociedad española el pueblo español que detenta la soberanía popular en el art 1 de la Constitución. Lo expongo aquí para que se entienda el valor supremo que se está atacando con esta amnistía y con cualquier otra remarco.

Artículo 1.

1. España se constituye en un Estado social y democrático de

Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

¿Entienden la importancia del abismo al que nos enfrentamos?