Ha querido la climatología conceder hoy a Valladolid un pequeño paréntesis de sol para celebrar el Día de la Provincia al margen del frío y las copiosas nevadas con que la borrasca Darwen azota otras latitudes de Castilla y León. La celebración, organizada por la Diputación de Valladolid, llevaba sin convocarse desde 2019 como tantas otras por culpa de la pandemia, y en esta ocasión ha contado con notables ausencias de regidores socialistas, dada la inoportuna coincidencia del Congreso del PSOE de Castilla y León, en Burgos, donde Pedro Sánchez avala a estas horas la proclamación de Luis Tudanca como secretario regional del partido. Aún así, el evento ha facilitado el reencuentro de decenas de alcaldes y concejales en un ambiente festivo y muy emotivo.

Y es que tras superar los peores meses de la pandemia, y también por ello, el Día de la Provincia de Valladolid se ha convertido en un homenaje sincero a los alcaldes de los 225 municipios y 9 pedanías de Valladolid, por su entrega y su lucha titánica de meses y meses contra el virus, con los instrumentos que cada pueblo tenía a mano, en muchos casos exiguos e insuficientes, lo que ha puesto de relieve el valor de las estructuras locales en crisis tan descomunales como la que aún viviendo. Muchos de estos alcaldes salieron a la calle para desinfectar, conseguir mascarillas para sus vecinos, ayudar a los más desvalidos a proveerse de comida o medicamentos. La mayor parte de estos ayuntamientos habilitaron partidas en sus modestos presupuestos para aliviar la penuria y las inasumibles pérdidas económicas sufridas por pequeñísimos negocios que a duras penas subsisten en el mundo rural. Así lo ha reconocido el presidente provincial, Conrado Íscar, quien ha convertido su discurso un aplaudido alegato de los pueblos de esta España Vaciada que, con su supervivencia, garantizan así mismo la creación de riqueza, el asentamiento de población y la conservación de las señas de identidad más arraigadas de esta tierra

El presidente ha hecho anuncios de calado durante el acto institucional celebrado en el Auditorio Miguel Delibes con todas las preceptivas medidas de seguridad, como que la Diputación está trabajando con los pueblos para conseguir fondos europeos que les convertirán en partícipes del cambio de modelo de desarrollo tan necesario en España. Que Valladolid potenciará aún más su atractivo como foco turístico, y que invierte, por primera vez en su historia, más del 50% del presupuesto total a los servicios sociales como modo de garantizar el bienestar de los más vulnerables. Pero también ha reivindicado, una vez más, que el Gobierno ponga fin al déficit de financiación de las entidades locales, y dibuja a la provincia de Valladolid como una “tierra de oportunidades”.

Y ese deseo de futuro se materializa en el rostro de todos esos alcaldes que se han estrenado en el cargo en la legislatura más difícil, y a los que el Día de la Provincia ha rendido un especial homenaje. “Soy de pueblo, agricultura y alcaldesa”, reivindica orgullosa la alcaldesa de San Román de Hornija. Y sí, si en el mundo rural tienen que hacer malabares para mantener una familia, prosperar, innovar y representar a los vecinos de forma altruista en la mayor parte de los casos, lo mínimo que se merecen es ayuda y reconocimiento. Gracias, alcaldes.