He de sacar a la luz un artículo que escribí en su día cuando surgió el problema de la Prohibición de la Fiesta de los Toros en Cataluña. Pues ahí precisamente, surgió el germen antitaurino que ahora seguimos arrastrando.

Unos “censores” que son los encargados de “cortar el bacalao” para desgracia de todos. Estos “jueces”, encargados de impartir justicia, son políticos con poder y sueldo.



Y allí, hasta su “reinado” que es el Parlamento catalán, han tenido que ir a, “medio debatir” defensores y contrarios a la Fiesta de los Toros.

Unos; para hacerlos cambiar y, otros; para reforzarlos en su pretensión de idea, en cuanto a su abolición de las corridas de toros en plaza, que no en calles.

Unos políticos que, para más INRI, son minoría en el cómputo político, pero que  por aquello de ser “llave” en la formación de gobierno mandatario, tienen poder y exigen hasta el agotamiento.

Sus ideas independentistas les lleva hasta tratar de destruir, (más por incordiar que por otra cosa), todo lo que la Nación Española tenga arraigado por tradición de siglos. Odian las tradiciones pues ellos se tildan de “progresistas”



¿Defensa de la vida? Circunscrita a la de un animal creado y criado para morir o matar en combate en una plaza de toros, que incluso, puede salvar su vida, mediante indulto, pero no en defensa de la vida de esos fetos o, en su defecto embriones humanos, condenados a morir irremisiblemente con la aprobación de la ley del aborto.

Unos “ indocumentados” llegados a la política, desconocedores, entre otras muchísimas cosas, del arte que representa la lidia de un toro bravo y de la protección ecológica que sus dehesas de cría representan para muchas especies que, en otros terrenos, serían esquilmadas por furtivos que no por cazadores responsables.

¿Serán capaces, tras las comparecencias previstas, de interpretarlas correctamente? o ¿serán presos de su fanatismo independentista?

Este es el jurado, y enfrente, sentados al fin y al cabo en el banquillo de los acusados, los taurinos que serán los que tengan que poner “toda la carne en el asador” para tratar de hacer cambiar la preconcebida idea abolicionista.

Y, como testigos del fiscal, los antitaurinos que tratarán de aportar sus teorías de refuerzo para la abolición.

Dentro de cada grupo habrá personajes que van a corazón abierto con fines reivindicativos de la Fiesta que les ha proporcionado fama y dinero. Otros agradecidos por las alegrías y satisfacciones artísticas proporcionadas. Y finalmente otros que, tal vez, vayan buscando la proyección mediática que no encontraron en sus profesiones.

En cualquier caso, demasiados filósofos que analizan la Fiesta metafísicamente y así es difícil tanto defenderla como condenarla, pues a la Fiesta hay que conocerla en su integridad, con sus connotaciones  tanto físicas como artísticas, e incluso, sociales.

No se pueden ignorar las decenas de miles de puestos de trabajo que alberga, ni su aportación económica a las arcas estatales en concepto de IVA derivado de esos 2.500.000.000 de euros que los toros generan por temporada.

Hay que analizar todo en la Fiesta y no limitarse a denunciar solamente el sufrimiento de un toro bravo que en pleno combate se viene arriba sobreponiéndose a todo sufrimiento merced  a la acción de las endorfinas liberadas.

Creo sinceramente que los filósofos intervinientes, considerados como intelectuales, no han dado la talla.

Y con estas conclusiones deduzco que los políticos responsables de la Iniciativa Legislativa Popular, (Iniciativa y Esquerra) se “han columpiado” y bien, pues han reaccionado en su contra distintas comunidades autonómicas tales como Madrid, Andalucía, Castilla y León, Valencia, Extremadura, Aragón, Navarra y País Vasco, dispuestas a declarar a la Fiesta de los Toros como Fiesta de Interés Cultural como premisa previa para que, según recomendación de Francois Zumbiehl vicepresidente  de las Culturas Taurinas de Francia, la Unesco  reconozca a los toros como patrimonio cultural  inmaterial de la humanidad.

También se han colocado en contra, sus compañeros políticos de región PSC, PP y Ciutadans, alguno de los cuales, como David Pérez  matiza que: “los toros no son de izquierdas ni de derechas, tienen un cuerno a cada lado”. Políticos catalanes que han arrastrado a colegas del otro lado de la frontera con Francia, incluso de ideología comunista, como el alcalde de Arlés o el Presidente del Consejo General de los Pirineos Orientales, Christian Bourquin, quien se atrevió a decirles que: “los toros son parte de la herencia cultural catalana y les pidió que no prohiban la Fiesta” a cuya petición se unieron el ganadero Pedro Fumado y Miquel Ferré presidente de la Agrupación Taurina de Terres de l’ Ebre.

Salga lo que salga tras la votación del parlamento catalán, los toros, la Fiesta de los Toros, nuestra Fiesta más Nacional, ahora estará muy reforzada en el ámbito europeo.

Ahora ese germen de semilla que, había caído en terreno abonado para la destrucción ha vuelto a emerger de la mano de Unidas Podemos quien, como sustento de Pedro Sánchez en el poder, sigue incordiando en el panorama político español donde LOS TOROS son piedra filosofal de sus votantes compuestos en su mayoría por animalistas y veganos.

Las reacciones se han hecho sentir en Manifestaciones con el lema TAMBIEN SOMOS CULTURA  que han despertado la conciencia de los aficionados y amantes  de la Fiesta para defenderla.

Y respetando las recomendaciones sanitarias, llevando mascarillas y distancia social se manifestarán en masa en ciudades tales como: Sevilla, Valencia, Castellón, Valladolid, Guadalajara, Albacete, Ciudad Real, Murcia y Algeciras.



Y esperamos la reacción de ciudades tales como: Madrid, Bilbao, Pamplona, Salamanca, Zaragoza y Jaén que también son importantes en el tema taurino.